La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fondo Norte

Del Sporting, por ventura, se sabe casi todo

El gran timonel quiere un buen rematador de cabeza; los tiempos de Tati Valdés, que decía que "la cabeza, para pensar", son historia

La Liga ya ha llegado, ya ha comenzado en la noche de un viernes cuya mañana, en Gijón, fue gris y hasta lluviosa, condiciones de las más adecuadas para celebrar el entrenamiento de la antevíspera. No se sabe si a puerta abierta o a puerta cerrada, que es moda que se expande por el mundo futbolístico patrio y que, por lo visto, ha llegado a Mareo. La Liga, decimos, ya está aquí, en pleno fin de semana de finales de Juegos Olímpicos, donde las alegrías hispanas han ido avanzando, y con la llegada de la Vuelta Ciclista a España, oscurecida por tanta competencia.

La Liga ha llegado, con una inversión, por ahora, que alcanza el 40 por ciento de la de la Premier inglesa. Mil millones contra cuatrocientos, que es diferencia notable, aunque sólo al final de temporada se sabrá si esa diferencia se marca también en los resultados de los equipos. La Liga llega con las latas de las medallas en plena producción porque estamos en días en los que directivos, entrenadores, futbolistas y otras gentes de buen vivir reclaman premios de la más diversa índole. Es curioso cómo evoluciona el mundo del fútbol que se pide medallas antes de que el balón comience a rodar. Es curioso, por ejemplo, cómo hay profesionales, pongamos que hablo de Iker Casillas, que reclama a algún programa de televisión que no se ocupe de su quehacer en el campo. Por lo visto en el programa se dijo que el portero del Oporto había fallado en el gol que encajó su equipo en el partido de la fase previa de la Liga de Campeones. Pasan los años, y tantos, pero Casillas sólo quiere que le pongan el espejo en el que sale favorecido. Por cierto, que diría García Ferreras, se espera un análisis serio de la derrota casera del Villarreal en la citada previa europea.

Del Sporting, por ventura, lo vamos sabiendo casi todo: Lora no va a llegar al partido de mañana y Sergio Álvarez, aunque recuperado y con el alta médica, tendrá que evaluar riesgos sobre jugar o no ante un Athletic de Bilbao que, por lo visto, ha encendido los mecheros y quiere pagar la cláusula de rescisión de la nueva perla del fútbol donostiarra, el que dice ser y llamarse Oyarzabal. El incendio entre los dos clubes vascos se ha declarado, pero el espléndido delantero de la Real Sociedad, en todo caso, no llegará para jugar en el Anfield del Piles. Del Sporting se sabe también, porque lo ha reconocido el gran timonel, que falta un delantero alto y que vaya bien de cabeza. No estamos en tiempos de Tati Valdés, cuando se despreciaba el juego de cabeza con la mítica frase de "la cabeza, para pensar", con la que justificaba su nulo juego con la testa. Ahora, la cabeza para rematar, que los goles han de llegar de todas las formas posibles.

La Liga, damas y caballeros, señoras y señores diputados, ha abierto sus puertas. Días estos de lo más adecuados para mantener las buenas costumbres; si pregunto, ¿molesto?: ¿Esuperio es de los que cree que la Liga va a ser cosa de dos o cosa de tres? El matiz es más importante de lo que parece porque el reparto de puntos en la zona baja cambia mucho según los que disputen el título, que no la titulitis.

Compartir el artículo

stats