Islam Slimani fue una de las sorpresas del último día del mercado en Inglaterra. El delantero argelino se convirtió en el sexto fichaje del Leicester de Claudio Ranieri, vigente campeón de la Premier League. Los "Foxes" desembolsaron al Sporting de Lisboa 30 millones de euros más cinco en variables en función de los objetivos que vaya cumpliendo el futbolista. Un negocio redondo para el conjunto luso que lo fichó a coste cero en el verano de 2013, después de que el futbolista fuera ofrecido en España y Francia y rechazado al tratarse de un perfecto desconocido que procedía de la Liga argelina. Uno de esos clubes fue el Sporting. El representante asturiano Joaquín Secades puso sobre la mesa ese verano el nombre de Islam Slimani, quien podía haber llegado gratis a Mareo.

A pesar de que ya era habitual en las alineaciones de la selección argelina, ni el director deportivo, Raúl Lozano, ni el entonces entrenador, José Ramón Sandoval, vieron clara la operación. Ese verano el Sporting incorporó a Stefan Scepovic y, en los últimos días veraniegos, llegó Dejan Lekic para completar la dupla serbia.

Ese verano, el Sporting de Lisboa había traspaso al delantero holandés Ricky van Wolfswinkel (que la pasada temporada jugó en el Betis) al Norwich City inglés por 10 millones de euros. Para sustituirlo, incorporó al colombiano Freddy Montero y al argelino Slimani, que procedía del Belouizdad de su país. Este futbolista no lo tuvo fácil en un primer momento, pero la lesión de Montero le abrió la puerta de la titularidad. La temporada pasada el ariete firmó 27 goles en la Liga portuguesa y cuatro más en el resto de competiciones; disputó el Mundial de Brasil con su país y marcó dos goles en cuatro partidos que le permitieron alcanzar los octavos de final.

El nombre de Slimani se añade a la lista de ocasiones perdidas por el Sporting junto con los de Lewandowski o Barrada, otros futbolistas rechazados en Mareo.