"Ha sido un partido especial por venir a la que fue mi casa durante cinco años. He sido muy feliz aquí, pero venía a defender otro escudo. Fue un partido con los sentimientos encontrados". Miguel Ángel Guerrero se marchó con la rabia de la derrota, pero con la satisfacción de que, en vuelta a El Molinón tras su salida del club, se llevó una de las ovaciones más fuertes del partido. "Desde que llegué al filial, la afición y la ciudad me han demostrado su cariño. Ahora, con otra camiseta, me lo han demostrado de nuevo. Estoy muy agradecido a la afición, a la ciudad y a mis compañeros. Parecía que no hubiese pasado el tiempo. La afición es lo mejor que tiene este club", subrayó el toledano. No ocultó que le hubiera gustado un resultado más positivo, aunque cree que los pepineros dieron demasiadas facilidades en la primera parte. "Hemos dejado que jueguen con mucha comodidad y en casa, el Sporting, te encierra atrás", lamentó.