La ilusión generada en la afición por el gran inicio liguero del Sporting está más que justificada. Para encontrar una temporada en la que los rojiblancos lograran sumar siete de los nueve primeros puntos en Primera División hay que remontarse a 1980. Aquel año, con Vicente Miera en el banquillo y con ilustres como Joaquín, Maceda, Ferrero, Ciriaco, Uría, Jiménez, Mesa o Castro, entre otros, sobre el césped, el Sporting se mantuvo invicto durante las cinco primeras jornadas. Y eso que por el medio, disputó una eliminatoria de Copa de la UEFA ante el Bohemians. Definitivamente, eran otros tiempos. Tan distintos de los actuales, que se consideraba normal lo que hoy resulta extraordinario.

El Sporting ha sumado siete puntos de nueve (los seis disputados en El Molinón) y es tercero, empatado con el Sevilla y sólo superado por el poderoso Real Madrid. El Sporting no ocupaba una posición tan alta en la clasificación de Primera División desde el 6 de febrero de 1994 (han pasado 22 años), cuando tras empatar a cero con el Oviedo, los rojiblancos encadenaron su cuarta jornada consecutiva en el tercer escalón de la clasificación. El entrenador entonces era Mariano García Remón y el equipo lo lideraba un central llamado Abelardo.

Hay que irse todavía más atrás, hasta la temporada 1980-81, para encontrar la última referencia del Sporting sumando siete puntos en las tres primeras jornadas de Liga. Aquel curso, el Sporting empezó en El Molinón derrotando al Betis (2-0, Abel y Aguilar). A continuación empató en Alicante con el Hércules (1-1, Ferrero) y completó los siete puntos con una victoria de prestigio en El Molinón ante el Barcelona de Quini, Krankl o Simonsen (2-1, Ferrero y Aguilar). El Sporting encadenó dos nuevos empates en Salamanca (2-2, Ciriaco y Ferrero) y en casa con el Zaragoza (1-1, Ferrero), antes de caer en el Santiago Bernabeu (1-0).

Un año antes, en la temporada 1979-80, el Sporting había firmado el mejor inicio liguero de su historia al encadenar siete victorias consecutivas (Sevilla, Atlético de Madrid, Las Palmas, Athletic, Valencia, Rayo y Barcelona) con José Manuel Novoa en el banquillo rojiblanco.

La tercera ocasión en la que los rojiblancos consiguieron un inicio tan lustros fue en la campaña 52-53, con Nogues en el banquillo. Aquel año empezaron goleando al Málaga (4-0, Dindurra, Sánchez, Prendes y Aretio), empataron en el Bernabéu (2-2, Grau y Ortiz) y superaron al Atlético (2-0, Cobo en propia y Grau).