"Son muy fuertes a nivel defensivo y ordenados. El Atlético parece un batallón". Cuéllar espera sorprender al ejército de Simeone, un disciplinado conjunto colchonero al que el Sporting ya plantó cara, la pasada campaña, en el Calderón y consiguió superar en El Molinón. "Lo del año pasado es nuestra referencia, por las formas y lo que propusimos sobre el campo", admite el guardameta rojiblanco, que vuelve al escenario que le vio destaparse como profesional para medirse al club con el que debutó en Primera División.

"No acepto la palabra presión, prefiero decir responsabilidad", señala Cuéllar cuando se le cuestiona sobre la tranquilidad que otorga contar con siete puntos viendo el exigente calendario que espera en las próximas tres jornadas. "Mantengo lo de partido a partido, porque de lo contrario, esto puede hacerse muy largo. Debemos afrontar cada uno de ellos con la misma responsabilidad", advierte el guardameta del Sporting. Se muestra ambicioso y confía en poner en apuros a un Atlético de Madrid al que ve un tanto herido en su orgullo por los resultados cosechados en las primeras dos jornadas de Liga, en las que no pasaron del empate ante Leganés y Alavés, dos recién ascendidos. "Imagino que ellos quieren hacerse fuertes en Liga", avisa.

Cuéllar frena cualquier tipo de euforia que se le quiera añadir al gran inicio liguero protagonizado por el Sporting. "Si hasta ahora logramos algo fue por ser un equipo con alma", apunta para dar especial valor al trabajo colectivo y recordar la humildad con la que deben plantearse cada meta conseguida. Una filosofía que ya han reiterado varios de sus compañeros como la fórmula que permitirá al equipo conquistar el objetivo de la permanencia sin los apuros de la temporada pasada. "Esto es una carrera de fondo y el objetivo es la regularidad", subraya el emeritense.

Lo que sí se advierte en el Sporting es un giro en lo futbolístico, con una mayor vocación por la posesión del balón que añaden argumentos a la propuesta de campañas anteriores. "El estilo puede ser distinto porque también hay muchos jugadores distintos", admite Cuéllar. "Es muy difícil mantener el ritmo y la intensidad de la primera parte ante el Leganés, aunque se trata de intentarlo. Fueron los mejores momentos de esta campaña, aunque lo importante es dejarlo todo en el campo, porque cuando un equipo lo hace, puede llegar al vestuario y mirarse a la cara", concluye el guardameta del Sporting.