Siempre tiene un hueco para hablar de fútbol. Y si toca charlar de Sporting y Valencia, el hueco puede extenderse hasta que sea necesario. Eloy Olaya Prendes (Gijón, 10-7-1964) atiende a LA NUEVA ESPAÑA tras iniciar el día en el Grupo Covadonga con "una pachanga a pádel". El deporte sigue formando parte de su vida, aunque lo de pisar un campo de fútbol se vaya reservando más a su labor como seleccionador sub-18 en la Federación Asturiana, y mantiene el tipo de aquel menudo delantero que, tras formarse en la Inmaculada, se convirtió en el futbolista más joven en debutar con el Sporting, un 28 de noviembre de 1979 y fue traspasado al Valencia en 1988, donde vivió siete campañas.
-¿Le preocupa la racha negativa que arrasta el Sporting o considera que ha sido algo anecdótico?
-Sigo siendo positivo. El inicio fue muy bueno, y luego han llegado cuatro derrotas ante equipos punteros, como Atlético, Barcelona o Celta. La del Dépor sí que es verdad que fue ante un rival que puede ser de mayor disputa para el Sporting. Hay que tener calma. El planteamiento del equipo, de la afición y de todo el mundo tiene que ser el mismo de hace dos años, cuando Abelardo inició la temporada con aquella victoria ante el Numancia. Entonces y ahora hay que pensar en ir partido a partido.
-Sporting y Valencia parecen necesitar la victoria cuanto antes para recuperar la calma.
-Estamos en la octava jornada pero ya hay urgencias, sobre todo, para el Valencia, que ha tenido un comienzo horrible. Es un rival llamado a estar en la zona alta, a aspirar a Europa, pero que llegará a El Molinón en descenso. Ojalá al final de la jornada el Sporting siga fuera de los puestos de peligro. Ojalá que se queden los tres puntos en Gijón.
-¿Con qué Sporting se queda de lo visto hasta ahora?
-Hay que tener en cuenta que estamos ante un Sporting muy diferente al de la temporada pasada, porque ya sólo el cambio de varios futbolistas te obliga a ello. Ha podido jugar mejor o peor en determinadas jornadas, pero considero que siempre han competido. En aspectos como la solidez defensiva, salvo en momentos puntuales, ha estado bien y no se ha visto recompensado por haberle faltado una pizca de fortuna. Como en Vigo, que pierdes por un penalti muy riguroso después de estar bien en el trabajo defensivo, aunque no fuera así en ataque. Y ante el Dépor tampoco haces un partido maravilloso, pero te ganan en la última jugada. Pero también es cierto que veo a un Sporting con ciertas carencias ofensivas.
--¿Qué se le puede pedir al equipo?
-Mayor presencia en el área rival. Y eso no se consigue metiendo más hombres en ataque. Está fallando el último pase, los movimientos? El año pasado, quizá con un equipo inferior técnicamente, por la garra, entrega o ansias, tenían más presencia en el área. Es un problema que no se justifica solo porque falte gente importante en esta zona, como puede ser el caso de Jony.
-¿Falta adquirir identidad como equipo en una plantilla que ha registrado tantos cambios este verano?
-Creo que no, porque en las tres primeras jornadas se funcionó como equipo, se trabajó en conjunto, los futbolistas fueron solidarios... Eso indica que hay funcionamiento como equipo y si se consiguió antes, se puede hacer ahora. Lo que pienso es que, los varapalos ante Atlético y Celta, que además fueron seguidos, han pasado factura. Los jugadores se dieron cuenta de que les costaba llegar, crear ocasiones y a lo mejor eso les generó dudas. Es por eso en que insisto en que hay que tener confianza.
-¿A qué puede aspirar el Sporting?
-A mantenerse. Han llegado trece fichajes, vale, pero se han ido también jugadores importantes. Además, todos los equipos de Primera División se han reforzado mucho. Ves rivales como el Éibar que incluso se pueden gastar dinero en traspasos porque están en una situación económica cómodo. El único que creo que empezó con cierta desventaja fue el Granada, porque aquello de que llegaron muchos futbolistas a última hora. En todo caso, la diferencia con los grandes sigue siendo importante y estamos en lo de siempre: habrá que pelear por no acabar entre los tres últimos.
-¿Pero hay para no pasar tantos apuros como el año pasado?
-Creo que sí, aunque veo las plantillas del resto de los equipos e imagino que ellos pensarán lo mismo, que se podrán salvarse sin tener que esperar a la última jornada.
-¿Qué partido espera el domingo?
-Le tenía más miedo al Valencia si viniera Voro de entrenador. Y lo digo sin menospreciar a Prandelli, que es un grandísimo técnico. Voro, que además es mi amigo, estuvo tres partidos, ganó los dos primeros y perdió ante el Atlético de Madrid, un club que por estructura de equipo, ahora mismo, es superior al Valencia. Con el nuevo entrenador son una incógnita, ellos y el partido.
-¿Cómo valora el desplome del Valencia en estos últimos tiempos?
-Es un club difícil que ha perdido su estructura de equipo. No hay casi futbolistas que lleven más de cuatro años en la entidad, y eso no es positivo. Siempre pongo el ejemplo de que yo estuve siete años allí y nunca fui el capitán porque se elegía en función de los años que llevaras en el primer equipo. Ahora el brazalete lo lleva Enzo Pérez, que no sé si lleva un año o dos. Hay tal magnitud de movimiento de futbolistas que pierdes un poco la identidad.
-¿La marcha de Alcácer a última hora se convirtió en un gesto de esa debilidad?
-Si el año pasado ya fue una temporada mediocre, ahora sin jugadores como Alcacer, Mustafi, Javi Fuego? Todo eso genera desencanto. Si el equipo estuviera arriba, igual se vería de otra forma, pero es que no es así. La afición necesita identificarse con su equipo y sus futbolistas.
-¿Acierta el Valencia con el fichaje de Prandelli?
-Espero que acierte, pero después de pasar por El Molinón. Es un entrenador de prestigio, que viene de una línea marcada en la selección italiana, en la que apostó por jugar con tres centrales. No sé qué partido planteará, lo que sí sé es que se va a encontrar a un Sporeting agresivo, que se va a dejar el alma. Y también que va a aumentar su presencia en el área, de eso estoy seguro.
