La tensión vivida en la final de la fase regional de la Copa Federación quedó reflejada en el incidente protagonizado por Jaime Santos, jugador del Sporting B, y Álex Arias, futbolista del Avilés. Ambos se enzarzaron en un discusión sobre el terreno de juego, antes de la tangana previa al descanso, en la que el rojiblanco cruzó sus muñecas, en forma de estar esposado, entendiéndose como una manera de señalar a Álex Arias por el control penitenciario al que está sometido (cumple el tercer grado tras ser condenado a cuatro años de cárcel por un atropello en 2011 en el que causó la muerte de dos personas). El gesto del gijonés hizo que fuera sustituido por su entrenador y que el Sporting le instara a pedir perdón inmediatamente. El club explica que Jaime Santos intentó disculparse tanto al final del partido, dirigiéndose al vestuario del Avilés, como posteriormente, por teléfono. Fue por esta vía, a través de mensajes, mediante la cual Jaime Santos se comunicó ayer con Álex Arias, que aceptó sus disculpas e invitó a que ambos den ya todo por olvidado.

"Jaime Santos está arrepentido", explican desde el consejo y desde la parcela técnica del Sporting. Nico Rodríguez, director deportivo, fue además testigo del gesto del jugador en el Juan Antonio Rabanal, sede de la final de la Copa Federación. Nico se dirigió al vestuario al descanso para instar a que el futbolista no saltara al terreno de juego durante la segunda parte. No pilló por sorpresa a José Alberto López, entrenador del filial, que ya había decidido el cambio. Jaime Santos explicó a sus compañeros, ante los que también se ha disculpado, que estaba caliente por un roce previo con Matías y un pique dialéctico con Álex Arias que desembocó en su gesto hacia el avilesino. Fue antes de la tangana que se organizó nada más pitarse el final de la primera parte, y en la que, en medio de la trifulca, varios jugadores del Sporting B afearon la actitud del técnico del Avilés, Pablo Lago, en un momento en el que Santos estaba tendido sobre el sintético del Juan Antonio Rabanal.

Jaime Santos, en todo caso, asumió su culpa por el gesto dedicado a Arias y, según fuentes del Sporting, se dirigió al vestuario del Avilés al finalizar el partido, acompañado por Nico Rodríguez, para disculparse personalmente. Fue recibido por un empleado del cuadro blanquiazul, que le invitó a dejarlo para otro momento, ya que el ambiente seguía caldeado. El gijonés hizo un nuevo intento para mostrar sus disculpas, intentando que su excompañero Álex García, ahora en el Avilés, ejerciera de intermediario para hablar con Álex Arias. No fue posible, por lo que se hizo con su número de teléfono y se intercambiaron mensajes, haciendo, finalmente, las paces.