Carlos Castro ha aprovechado su vuelta a la titularidad para reivindicarse dentro y fuera del terreno de juego. Primero, con un gol ante el Valencia que significó el empate antes de que, en otra acción a balón parado, el Sporting tuviera que lamentar la quinta derrota consecutiva. Después, valiéndose de su actuación para subrayar su compromiso con el club. "Estoy entrenándome bien, siempre lo he hecho así. Cosas que se dicen como que salgo de fiesta, que bebo, son totalmente mentira. Soy una persona que se cuida, no bebo alcohol. Esas cosas me molestan. La gente habla sin saber", explica el atacante mierense, al considerar que existe cierto interés en desprestigiarle, en concreto, por una parte del sportinguismo. "Me refiero a aficionados en general. Sé que el noventa por ciento de la afición está conmigo, pero sí que hay gente que habla sin saber. Que oyen campanas y no saben dónde", afirma.

Es incuestionable el don de Castro para buscar y encontrar el gol. Un talento valioso al que rodean otra serie de variables en las que el jugador y el entrenador no acaban de ponerse de acuerdo. Abelardo, cuya exigencia suele aumentar con los futbolistas que más le gustan, ha mandado varios recados al delantero mierense, de manera pública, pidiéndole más continuidad en su trabajo, más esfuerzo en los entrenamientos. Castro, al que no le han gustado algunas formas empleadas ni el momento escogido por el entrenador para hacer ese tipo de manifestaciones, evita, sin embargo, contestar públicamente al técnico rojiblanco. Al menos, de manera directa.

"Él es el que decide, no me quejo, porque elige el mejor once para cada partido", responde Castro al ser cuestionado por si considera que ha hecho ya méritos necesarios para continuar en el once titular. "Tampoco creo que se ha sido injusto conmigo. Somos muchos en la plantilla y todos queremos jugar. Lo que sí creo es que, en muchas cosas, la gente miente. Que no sabe las cosas, y habla de más", explica el de Ujo. "Mi relación con Abelardo es la normal entre un entrenador y un jugador. La gente se excede en decir cosas: 'que si nos llevamos muy bien, que si nos llevamos muy mal?' Es una relación normal", insiste el rojiblanco, intentando apagar cualquier interés en enfrentarle al Pitu. "Ahora hay que pensar en ganar en Granada", concluye.