"Aún no lo he acabado de asimilar". A veces también cuesta digerir las buenas noticias. Juan Rodríguez, que mostró un aplomo inusual en su debut en Primera División en Los Cármenes, va tomando consciencia ahora de la trascendencia del paso que ha dado. El chico lo hizo con una naturalidad pasmosa, como si estuviera jugando en la plaza de Cedeira (La Coruña) con sus amigos de toda la vida, sin arrugarse ni un poco y dejándose guiar por el otro guaje, Jorge Meré, quien parece que llevará toda la vida en Primera y sólo tiene 19 años. En el día después, Juan Rodríguez intenta dar normalidad a su jornada. Hace trabajo regenerativo con el primer equipo, atiende a los medios informativos, contesta parte de la multitud de mensajes de felicitación y se desplaza a Ganzabal para animar a sus compañeros del filial, en un gesto que le define para bien.

"El debut en Primera es un sueño conseguido". El discurso reposado, bien medido, como sus saltos ante los fornidos delanteros del Granada, como sus cruces providenciales. Sus planes de futuro también apuntan a la normalidad: "Voy poco a poco, tengo que seguir trabajando". El defensa gallego apenas concede rendijas a la nostalgia, pero confiesa que se vinieron muchas cosas a la cabeza al recibir la noticia de su titularidad. "Cuando supe que jugaba de titular me pasaron muchas cosas por la cabeza, sé que es una gran responsabilidad, porque era un partido muy importante para nosotros, pero intenté tomarlo con la mayor calma posible y dar el cien por cien", explica, al tiempo que se muestra seguro en sus posibilidades: "Tenía confianza en que las cosas podían salir bien y creo que así ha sido".

Asegura que fue fácil jugar junto a Jorge Meré, al que el debutante saca casi dos años, porque "es un central muy bueno, a pesar de su edad ya tiene mucha experiencia y me ayudó en todo lo que pudo". Juntos y con el resto de compañeros lograron mantener la portería a cero por segunda vez esta temporada. "Para nosotros es importante dejar la puerta a cero porque así siempre vas a sumar y porque es nuestra ilusión como defensas", sostiene antes de detallar la felicitación de Abelardo: "Me dijo que estaba contento, que disfrutara y que siguiera así". Juan Rodríguez llegó a Mareo procedente del Coruxo y Abelardo lo fichó enseguida.