Nadie discute que el centrocampista más creativo del Sporting es Nacho Cases. Ha sido así desde que dio el salto, tardío, con 23 años, al primer equipo de la mano de Manolo Preciado. Tampoco discute nadie que el Sporting está sumido en una grave crisis de juego, con una propuesta pobre, sin fútbol combinativo, con dificultad para superar líneas rivales y sin apenas presencia ofensiva. Los peores partidos de los rojiblancos han coincidido, en su mayor parte, con las ausencias de Nacho Cases, ya sea por decisión técnica o por los problemas físicos que ha venido arrastrando.

Lo cierto es que los números, además del criterio estético, respaldan la presencia del futbolista gijonés sobre el césped. Nacho Cases ha disputado 166 partidos oficiales con el primer equipo (144 como titular), con un balance de 66 victorias, 48 empates y 52 derrotas entre Primera, Segunda, promoción de ascenso y Copa del Rey. Es decir, que el Sporting ha perdido menos de un tercio de los partidos en los que ha jugado Nacho Cases.

El menudo centrocampista ha ido modelando su juego en los últimos años, en particular desde la llegada de Abelardo, para ser más competitivo. Siempre se le ha reconocido su visión de juego y su capacidad de realizar pases determinante, pero Cases ha sido también adaptarse a un perfil más físico, de más trabajo. Esta variante le resta brillantez por el desgaste que acarrea, pero lo vuelve un jugador más completo. En el primer equipo, el centrocampista gijonés, uno de los capitanes de la plantilla, ha aportado ya diez goles, a pesar de que no tira penaltis, cosa que sí hacía en su etapa en el filial.

Más allá de los futbolístico, Nacho Cases tiene un evidente valor simbólico en el Sporting. Además de haber quemado todos las etapas de Mareo, es el único futbolista gijonés en la actual plantilla rojiblanca y uno de los cinco asturianos en el vestuario del primer equipo. El mejor Sporting espera por Cases.