Moi Gómez regresará a La Rosaleda casi cinco años después de que viviera en el campo del Málaga su debut en Primera División, defendiendo la camiseta del Villarreal. Aquel 28 de noviembre de 2011 quedó grabado a fuego para el alicantino, que saltó al campo en el minuto 54, sustituyendo a De Guzmán, sin poder evitar la derrota de los amarillos por 2-1. Aquel Málaga era el de Isco, Cazorla y Van Nistelrooy, entre otros, y sólo Camacho continúa como testigo de aquella toma de contacto del rojiblanco con la máxima categoría.

El Sporting encontró ante el Sevilla un nuevo goleador. Moi Gómez sacó el máximo rendimiento al medido centro de Canella para conectar una volea que supuso un valioso punto para los rojiblancos y su primer tanto en Gijón desde que llegara el pasado verano. El resultado y las sensaciones ofrecidas por el equipo ha permitido recuperar cierta confianza y asumir con más seguridad la oportunidad de terminar en La Rosaleda con una racha de siete jornadas sin conseguir la victoria.

Moi Gómez ha tardado poco tiempo en convertirse en uno de los hombres fuertes de Abelardo, en varias facetas del juego. El Pitu vio en su gran golpeo, con ambas piernas, un arma perfecta para recuperar el peligro a balón parado que el conjunto rojiblanco lució durante el año del ascenso a Primera División. El gol de Sergio, ante el Deportivo de La Coruña, ejerce como ejemplo. La entrada del exjugador del Villarreal también ha ofrecido más alternativas en la media, ya que se ha adaptado tanto a las dos bandas, como a ejercer como complemento del centro del campo. Abelardo ha intentado encontrar en él un volante con llegada al área para poder tener como alternativa la posibilidad de actuar con tres mediocentros en algún partido. Una idea trabajada, pero que de momento no acaba de convencer al técnico rojiblanco para darle continuidad en los partidos.