Todo el que ha jugado en La Rosaleda destaca la pasión de una afición malaguista ilusionada con la posibilidad de que el equipo regrese a los puestos europeos esta temporada. Los fichajes y la vuelta al banquillo de Juande Ramos abrió un optimismo en verano al que el equipo está respondiendo, al menos, en casa. Y es que el conjunto andaluz recibe esta noche al Sporting tras encadenar tres victorias consecutivas en su campo. Eibar, Athletic y Leganés han sido las últimas víctimas de los de Martiricos, pendientes de que los gijoneses puedan engrosar su lista.

El Villarreal ha sido el único en llevarse los tres puntos de La Rosaleda entre los cinco equipos que han jugado allí esta temporada. Y es que el resto ha sido un empate, ante Osasuna, en la primera jornada, mientras que los tres últimos son los que amenazan la llegada del Sporting. El Málaga ha encontrado en su feudo el mejor apoyo para disfrutar de una posición desahogada en la tabla. Al menos, por el momento. El undécimo puesto que ocupan en la clasificación, sin embargo, no invita a descuidarse con el sueño de volver a clasificarse para un torneo continental. Cuatro puntos les distancian de los 16 que suma la Real Sociedad, equipo que marca la tan ansiada zona europea, mientras que son tres los que les diferencia del descenso, el que marca el Sporting.

Un triunfo de los rojiblancos en Málaga metería en el lío a los andaluces y daría cierto aire a los de Abelardo. El Pitu relativiza las numerosas bajas que tienen los andaluces, con seis futbolistas lesionados, pero es consciente de que este apartado ofrece puertas añadidas para encontrar la salida a la racha de siete jornadas sin triunfos. La estadística no juega a favor del Sporting en cuanto a sus números en el campo malaguista, pero las sensaciones ofrecidas ante el Sevilla ejercen como el mejor apoyo para creer en el cambio de dinámica.