Si el objetivo era levantar la moral, la prueba fue un fiasco. Si se trataba de recuperar sensaciones, tampoco se consiguió. El amistoso ante el Alavés vino a confirmar el mal momento de un Sporting que no levanta cabeza, atenazado ya por su propia inercia negativa. El Alavés fue más equipo, tuvo empaque y dominó las áreas; marcó dos goles, pero pudo hacer alguno más de no ser por Diego Mariño. El Sporting tuvo algunas ocasiones, pero volvieron las dificultades para materializarlas. En defensa se mantuvo el equipo vulnerable, que permitió que le remataran cada jugada a balón parado y concedió demasiadas facilidades.

Había interés por ver cómo enfocaba Abelardo este compromiso. Lo más llamativo fue la apuesta por Douglas para el lateral derecho. Lora ocupó el izquierdo y pasó los apuros habituales cuando juega a pierna cambiada. El brasileño tuvo detalles, empezó muchas cosas, pero acabó perdiendo infinidad de balones. Para colmo, el capitán se topó de nuevo con el mejor de los rivales. Espinoza estuvo en todo lo bueno que hizo el Alavés, marcó un gol, sirvió otro y tuvo las ocasiones más claras. La única noticia positiva del día fue la recuperación de Xavi Torres, titular como pivote en solitario, que a ratos se dejó ver con buenas maneras.

Abelardo aprovechó el ensayo de ayer en Avilés para rodar a los futbolistas menos habituales, pero también le sirvió para sacar de la probeta una variante táctica interesante, con la que lleva amagando en varios entrenamientos. El técnico, ante la abundancia de enganches, formó dos los líneas de cuatro, con Xavi Torres como ancla y Carlos Castro de referencia ofensiva. De la alineación titular del pasado viernes en Málaga sólo sobrevivió la pareja de centrales (Lillo y Amorebieta), por exigencias del guión y de la escasez de efectivos en esa parcela. Se vio un Sporting más ligero, más dinámico, pero con los problemas de siempre para la creación. Tampoco se corrigió la defensa de las acciones de estrategia, como quedó de manifiesto en la primera falta lateral de que dispuso el Alavés. Ejecutó Espinoza y Deyverson, libre de marca, cabeceó a la red.

Y eso que el partido había arrancado con buenos presagios para los rojiblancos, que mandaron a la madera el primer balón del choque. Fue una acción individual de Burgui, muy activo durante todo el choque, que recortó y cruzó con la izquierda un balón que se estrelló en el poste.

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