Un día después de que el Sporting hiciese pública la decisión de cerrar parcialmente El Molinón por los gritos racistas dedicados al jugador del Athletic de Bilbao Iñaki Williams y su contundente reacción, se han conocido los términos exactos de la resolución del Comité de Competición. Se trata de un texto severo, que aporta numerosos detalles sobre todo el proceso que ha derivado en la sanción al Sporting.

El organismo sancionador, a instancias de la juez instructor del expediente, considera probado que los gritos racistas existieron, con lo que ya desmonta buena parte de la línea argumental del Sporting. Según competición, el hecho de que no los oyeran los informadores de la Liga, el coordinador de seguridad, el propio Iñaki Williams ni la mayor parte de los aficionados presentes, y que no se aprecien en las imágenes de televisión, no demuestra que no existieran.

Competición da por buena la versión de Clos Gómez y su acta arbitral. Y va más allá, al poner en cuestión que el Sporting adoptase las medidas suficientes para evitarlos. Por último, insinúa también que el club incurrió en "una falta de presteza para identificar" a los autores de los gritos racistas, tanto en el momento en que se produjeron como posteriormente.

El fallo de Competición atiende también a aspectos como las consecuencias de haber tenido que detener el partido, a los pitos de todo el campo que siguieron al anuncio por megafonía para que se detuvieran los gritos racistas y a la enorme repercusión que tuvo lo sucedido. Por todo ello, adopta un medida ejemplarizante.

Competición no estima como un atenuante las medidas realizadas por el Sporting ni los informes favorables que presentó. Sí valora, por contra, la condena al racismo realizada por el club a través de un comunicado en los días posteriores al encuentro ante el Athletic, así como la realización de un vídeo en el mismo sentido en el que futbolistas rojiblancos de distintas razas condenan el racismo.

El Sporting ya manifestó su decisión de recurrir esta sentencia en todas las instancias deportivas e incluso de llegar a la justicia contencioso administrativa. El club pedirá la suspensión cautelar de la sanción y se muestra convencido de que será retirada de forma definitiva y El Molinón no se cerrará. Parece que la batalla entre el club y la federación se ha desatado.