Una vez diagnosticado que parte del mal que padece el Sporting está en la cabeza de los futbolistas, Abelardo parece haber iniciado la terapia para recuperar el equipo alegre y solvente de las primeras jornadas. Con nueve partidos sin ganar, el Sporting es un equipo en depresión, al que le atenaza el temor a una nueva derrota. Ante la Real Sociedad, los rojiblancos tocaron fondo y ofrecieron su peor cara. Futbolistas, cuerpo técnico y aficionados coinciden en que el peor Sporting fue el del domingo pasado. Abelardo se ha puesto manos a la obra para levantar anímicamente al equipo. El lunes hubo reunión en el vestuario, ayer tocó una sesión de vídeo de tres cuartos de hora. Abelardo programó una sesión con imágenes de los primeros partidos de Liga, para que los futbolistas vieran las virtudes que les llevaron a sumar siete puntos en las tres primeras jornadas y que el equipo ha ido perdiendo hasta quedarse desnudo.

Luego, con gesto serio, saltaron al césped del campo número 5 de Mareo para una intensa sesión a puerta cerrada. La agenda marcaba el día de ayer como el del partidillo semanal, pero no se produjo. Abelardo parece más centrado estos días en que el Sporting se encuentre a sí, mismo, consciente de que por ahí debe comenzar la recuperación.

El objetivo inmediato es el mejorar la imagen del equipo en el Santiago Bernabéu y amarrar la victoria ante Osasuna en El Molinón, en un partido en el que no está permitido fallar. Abelardo prepara alguna sorpresa para el choque de este sábado ante el Real Madrid, en el que parece descartado que vaya a reservar futbolistas.

En lo puramente deportivo, lo urgente es mejorar las prestaciones defensivas, una de las principales virtudes de los rojiblancos en los dos primeros años del Pitu como técnico. El trabajo defensivo centró el entrenamiento de ayer, que también tuvo una importante carga física desde el calentamiento, al que siguieron unas posesiones, trabajo táctico y partidillos de cinco contra cinco.

El susto del día lo dio el portero Iván Cuéllar. El extremeño tuvo malas sensaciones desde el calentamiento, cuando sintió unas molestias en los isquiotibiales. Se lo comunicó a los técnicos que le aconsejaron que hiciese lo que pudiese con precaución de no forzar. De inmediato llamaron al portero del filial Dani Martín. Cuéllar siguió un poco más en el entrenamiento hasta que decidió retirarse como medida preventiva para continuar con otro tipo de trabajo en el gimnasio.

Tras la alarma inicial, llegó la calma. La previsión es que el portero titular puede entrenarse ya hoy junto a sus compañeros y que el sábado esté en condiciones de jugar en el Santiago Bernabéu. Lo que parece seguro es que el extremeño descansará en el partido de Copa ante el Éibar del martes, partido que jugaría Mariño. En todo caso, la prioridad absoluta es que Cuéllar esté en perfectas condiciones para la "final" por la permanencia ante Osasuna.

Además de Dani Martín, también se entrenaron con el primer equipo el delantero Pablo Fernández y el central Juan Rodríguez. Para el choque del Bernabéu, Abelardo recupera a Lillo, que se perdió el partido ante la Real Sociedad por sanción y ya se encuentra recuperado de los problemas físicos que tuvo en el glúteo. El técnico ha decidido que la sesión del viernes, la última de este semana, sea a puerta cerrada.