Vio en el Bernabéu su octava amonestación en los once partidos que lleva disputados con el Sporting. Una tarjeta que ha convertido a Amorebieta en el futbolista con más cartulinas amarillas entre las cuatro grandes ligas del fútbol europeo: Italia, Inglaterra, Alemania y España. El contundente estilo del internacional venezolano se ve reflejado en una estadística que va camino de superar los registros de las últimas campañas en el conjunto rojiblanco. Y es que suma ya más tarjetas que las vistas por Meré (6), Luis Hernández (5), Bernardo (6) y Vranjes (7) durante toda la pasada temporada y está a solo tres del futbolista más amonestado en la 2015-16, Nacho Cases, que vio once.
La forma de entender el fútbol de Fernando Amorebieta va asociado a un juego de contacto en el que hay que apurar al límite, para lo bueno y para lo malo. Lo ha sido siempre y lo sigue siendo ahora. En el currículum del internacional venezolano figura una llamada capaz de explicar por sí sola muchas cosas. En su haber está el figurar como el futbolista que más veces ha sido expulsado en toda la historia del Athletic de Bilbao, un total de doce ocasiones. Un dato que no debería pillar descuidado a ninguno que pueda verse sorprendido por la dinámica de amonestaciones que ha acumulado en sus once participaciones esta campaña. Amorebieta es un fijo para Abelardo. Los dos partidos de Liga que se ha perdido esta campaña han sido por lesión, ante el Deportivo de La Coruña, y por sanción, al cumplir ciclo de amarillas en la visita al Granada. En el resto de encuentros ha sido titular, a excepción del duelo copero ante el Eibar, en el que el Pitu puntualizo que le dejó fuera de la convocatoria para darle descanso debido a que arrastraba unas pequeñas molestias. Nadie pone en duda de que será de la partida ante Osasuna.
El cambio de sistema estrenado en el Bernabéu también ha obligado a Amorebieta a asumir tareas que van más allá de lo defensivo. La línea de cinco en defensa le lleva a estar un poco más escorado a la banda izquierda, invitándole a asumir tareas que recuerdan a su formación en Lezama y a su estreno en Primera División. Y es que antes de central se empleó como el lateral izquierdo, una demarcación, esta última, en la que nunca se acabó de sentir cómodo. Ni en las categorías inferiores del Athletic, donde incluso llegó a actuar como interior izquierdo, como en las ocasiones en las que Mendilíbar y Clemente intentaron amoldarle a la banda. Ante el Madrid, sin embargo, se le vio participando con soltura en alguna incursión por el carril zurdo, una labor que podría volver a asumir el domingo.
