"Este año las cosas van mal y yo soy el máximo responsable, pero me siento capacitado y estoy con ganas de revertir la situación". De un plumazo, Abelardo despeja algunas de las principales interrogantes que perturban al sportinguismo. El técnico no mira más allá del partido ante el Eibar que considera "importante, pero no definitivo", y evita plantearse escenarios que pudieran producirse en caso de derrota. Lo único que dejó claro ayer el técnico rojiblanco es que no va a arrojar la toalla: "No me lo planteo. Yo cogí el club en una situación que económica y deportivamente era de ruina y llevo tres años. No me imaginaba llegar aquí, ni me imaginaba los éxitos que he conseguido en este club".

En distintas fases de una larga intervención, Abelardo remarca su mensaje. "Estoy muy ilusionado, muy confiado y con muchas ganas de poder sacar esto adelante" sostiene el preparador rojiblanco, quien también esgrime varias veces su condición de hombre de la casa y su identificación con el club y con los colores: "Estoy en mi club, estoy contento, encantado. Quiero revertir la situación porque la sufro como entrenador y como sportinguista. Quiero lograr otra permanencia tras dos años fantásticos, imposibles".

En todo caso, asume la fragilidad de su posición. "Si el consejo decide dar ese paso, no va a haber ningún problema por mi parte para llegar a un acuerdo", asegura el entrenador rojiblanco, quien evitó detallar el contenido de su última reunión con el máximo accionista Javier Fernández: "No voy a decir lo que hablé con Javier. Solemos tener reuniones periódicas y hablar por teléfono, con él y con otros empleados del club".

Una vez quedó clara la situación laboral del técnico, Abelardo abordó de lleno el asunto del mercado de invierno. Aunque nunca lo citó, reconoció que Cheik Tioté es la primera opción que se maneja para reforzar el centro del campo y dio por buena la alternativa de Tomás Pina. "No veo que sean operaciones fáciles. Ojalá uno de los dos pueda venir y acertemos", señaló el preparador antes de detallar que en estos futbolistas busca "físico, juego aéreo, velocidad en el juego y, sobre todo, físico para ganar acciones y robar balones en campo rival para iniciar transiciones". Abelardo entiende que en la plantilla no tiene centrocampistas con esas características que "sí tienen estos dos futbolistas". La dificultad que esgrime Abelardo no se sustenta sólo en traer un futbolista de calidad, también hace falta que se adapte al equipo y a la ciudad.

El entrenador apuntó también que en el caso de que llegue un refuerzo para el centro del campo se produciría la salida de un futbolista de esa demarcación. Abelardo podría referirse a buscar una cesión para Rachid. En todo caso, Abelardo remitió el balón de los posibles refuerzos de inviernos al tejado de la secretaría técnica, aunque está vez le tendió un capote a Nico Rodríguez al decir que "sabemos que están trabajando en ello, pero no es fácil".

Otro nombre que salió a la palestra fue el del atacante Pablo Pérez, cedido por el Sporting en el Alcorcón. Abelardo reconoció que le gustaría respescar al gijonés y que el futbolista estaría encantado de volver, pero lamentó que el acuerdo de cesión no incluya una cláusula que permita al Sporting repescar a un futbolista del que está pagando una parte importante de la ficha. La negativa de Julio Velázquez, técnico alfarero, parece frenar esta operación.

Abelardo intentó también liberar de presión a sus futbolistas con vistas al encuentro ante el Eibar. A pesar de que una nueva derrota abriría un futuro incierto para el equipo y para el propio entrenador, el Pitu sostiene que "es un partido muy importante, pero a estas alturas aún no será definitivo". El técnico agradeció el discurso emanado del vestuario durante esta semana y mostró su agrado con las manifestaciones de Lillo, Amorebieta y Douglas en las que apelaron a la unión del sportinguismo. Una unión que, según el técnico, siempre ha existido dentro del vestuario. Abelardo quiso también matizar las declaraciones de Lillo sobre el peso de El Molinón para algunos integrantes del plantel. "Los jugadores son profesionales y se sienten responsabilizados como lo estoy yo", sentencia.

La buena noticia para el técnico con vistas al encuentro de mañana es que podrá contar con prácticamente toda la plantilla. No obstante, Dani Ndi no será de la partida por la falta de ritmo y Nacho Cases será duda hasta el final a la espera de conocer las sensaciones del futbolista.

Abelardo lanzó también un mensaje para la afición rojiblanca con vistas a un partido que define como "muy importante porque estamos en una situación negativa en cuanto a resultados y clasificación". El técnico confía en que la concentración de protesta contra el consejo que se producirá antes del encuentro no caldee los ánimos de la grada con vistas al choque. "La afición es lo mejor que tenemos, pero hay que darles algo para que estén con nosotros", sostiene el preparador que define a la hinchada rojiblanca como "inteligente". Para el entrenador rojiblancos sería una sorpresa que la grada diera la espalda al equipo: "La afición va a estar con el equipo a poco que le demos, como ha estado siempre. Lo contrario me extrañaría porque nunca ha sido así".