Abelardo ha dicho basta. Al entrenador asturiano le duele el Sporting y ha decidido terminar su etapa al frente del club desanimado al ver que los resultados le daban la espalda y que el equipo no mostraba síntomas de ir a reaccionar. Abelardo ha formalizado su dimisión, una idea que venía rumiando desde el encuentro ante el Villarreal, y ha alcanzado un acuerdo para firmar su finiquito como técnico. El club negocia con Rubi quien, casi con toda seguridad, firmará por lo que resta de temporada con opción a otra más en caso de permanencia. El entrenamiento de esta mañana lo dirigirá Isma Piñera, entrenador del juvenil de División de Honor, junto con Rubén Biempica como preparador físico y con Jorge Sariego como entrenador de porteros. Rubi vuela esta mañana hasta Asturias procedente de Barcelona y se reunirá con el consejo de administración en Mareo. La idea es que dirija ya el entrenamiento del jueves.

Abelardo mantuvo una reunión con el consejo de administración del club a primera hora de la mañana de ayer en Mareo, en la que dio firmeza a la idea de dejar el equipo. Algo que ya llevaba varias semanas manifestando. En concreto, desde el choque ante el Villarreal. El consejo, que le había animado a seguir adelante, le pidió que lo pensase por última vez, aunque el técnico tenía la decisión tomada desde la derrota ante el Eibar.

La confirmación oficial se cerró en torno a las ocho de la tarde, con una reunión entre Abelardo y Javier Fernández en el despacho de su representante, en el centro de Gijón. El club emitió posteriormente un comunicado en el que asegura que el contrato del técnico se ha resuelto "de mutuo acuerdo". El técnico se despedirá esta mañana de la plantilla y ofrecerá una rueda de prensa para dar su versión de la situación. En esa reunión vespertina, con el cese ya consumado, Abelardo se mostró entero y confiado en la permanencia del equipo y en la victoria en el Benito Villamarín. Con este desenlace indeseado, se pone fin al "abelardismo", que fue la única religión verdadera para los aficionados rojiblancos durante las dos últimas temporadas y media.

El fútbol no tiene memoria, pero la historia sí. Abelardo será recordado como el creador del Sporting de los guajes y como el técnico que logró salvar a un club histórico con un ascenso inesperado y una permanencia inverosímil, en un equipo modesto y castigado sin poder fichar por la mala gestión de sus dirigentes.

"Es un gran entrenador que ha hecho mucho por el Sporting", reconocía a última hora de la noche Javier Martínez, vicepresidente rojiblanco, quien siguió explicando que fue el amor a los colores lo que lleva a Abelardo a apartarse del equipo de su vida. El directivo no quiso entrar en detalles, pero dejó claro que el Pitu "ha sido un caballero hasta el final", en referencia a la negociación de la rescisión de su contrato. "Es una persona que quiere al club", concluye.

Aunque la confirmación no llegó hasta la tarde de ayer, el Sporting lleva semanas sondeando candidatos a su banquillo. Nico Rodríguez activó la opción de Joan Françes Ferrer Sicilia, "Rubi", (1-1-1970), una apuesta personal del director deportivo, cuya suerte podría ir vinculada a la del nuevo entrenador. Abelardo estaba informado desde ayer de que el Sporting había abierto una negociación con este técnico.

Queda por determinar el futuro de los auxiliares. La idea es que Rubi llegue con su propio cuerpo técnico. A día de hoy no se descarta ninguna opción, pero parece claro que Iñaki Tejada, Gerardo Ruiz, Isidro y Marco Canal tienen complicado seguir vinculados al primer equipo rojiblanco. La situación personal de cada uno de ellos es diferente, por lo que el club negociará de forma individual.

El Sporting cierra de esta forma una etapa de éxito que sólo se ve empañada por la mala planificación deportiva de este verano pasado. Abelardo será para siempre el entrenador que salvó al Sporting cuando su supervivencia estaba comprometida. El club busca ahora una reacción con la llegada de Rubi, un estímulo nuevo para los futbolistas. Esta misma semana podría llegar el primer refuerzo para la plantilla, Cheik Tioté, al que se espera en Gijón el jueves. Y todo ello, con el partido ante el Betis a la vuelta de la esquina. Rubi, si se cierra su fichaje, tendrá toda una vuelta para sacar al Sporting del pozo del descenso.