El Sporting vuelve a los orígenes de sus últimos éxitos para cuadrar sus números en la segunda vuelta. La búsqueda de la fortaleza defensiva ejerció como la primera norma del equipo que logró el ascenso y la permanencia en Primera División en las últimas dos campañas. Un principio básico que se había perdido esta campaña y que Rubi destacó como su gran reto nada más aterrizar en Gijón. El hecho de haber dejado la portería a cero ante el Betis, en el Benito Villamarín, puso fin a nueve jornadas de Liga consecutivas recibiendo goles y abrió la esperanza de que el cambio de dinámico está más cerca. Queda media temporada por delante para afianzar conceptos, definir la propuesta del técnico catalán y recortar los cinco puntos de diferencia con el objetivo de la salvación.

El nuevo esquema táctico implantado por Rubi para el partido de su debut en el banquillo ha llegado para quedarse. Al menos, si se tienen en cuenta las palabras del entrenador rojiblanco al término del partido. El catalán dejó claro que no es amigo de cambiar continuamente el dibujo, por lo que todo invita a creer que en la visita al Athletic de Bilbao podría mantener el 4-1-4-1 que presentó en el Benito Villamarín. Una propuesta que pareció dejar satisfecho al de Vilasar, quien además podrá contar en San Mamés con nuevas piezas para parar al cuadro de Valverde.

Sergio, que ayer celebró su 25 cumpleaños, vuelve a estar disponible tras cumplir partido de sanción ante el Betis por acumulación de tarjetas amarillas. El avilesino pugnará por el puesto en el que actuó Xavi Torres el pasado domingo. El pivote defensivo fue destacado por Rubi como una figura con la que pretende ayudar a la zaga y también reforzar el juego interior. La otra incorporación que podría registrar el conjunto gijonés es la de Jorge Meré. El central rojiblanco inició la semana trabajando junto al fisioterapeuta del club, César Castaño, y su participación en San Mamés dependerá de cómo evolucione de la contractura en el adductor izquierdo que le ha obligado a parar. Existe cierto optimismo de que reciba el alta a lo largo de la semana.

Con todo esto, Rubi quiere aprovechar para dar un paso más en el estilo y las prestaciones de un equipo que está en pleno proceso de adaptación a su nuevo entrenador y que evidenció en Sevilla carencias en la faceta ofensiva. Mientras el equipo mostró una mayor intensidad, con las líneas más adelantadas en labores de presión, no acabó de mostrarse cómodo con el balón. Los rojiblancos parecieron partir con la idea de darle más velocidad a la circulación, pero lo hicieron con escaso acierto. El trabajo y los fichajes están llamados a prolongar una reacción iniciada desde atrás.