"El mensaje es que ahora tenemos que ir a ganar a Leganés y ya está". Rubi no pudo estrenarse con victoria en su primer partido en El Molinón como entrenador del Sporting. Los rojiblancos cayeron ante el Alavés en un encuentro que, de haber obtenido la victoria, hacía que el equipo dependiera de sí mismo para salir del descenso el próximo domingo, en Butarque. "Fue un partido extraño, especialmente en el área", deslizó el catalán, molesto con la actuación arbitral tras los dos penaltis señalados en contra del Sporting en la segunda parte. "Ha sido un mazazo detrás de otro", reiteró antes de hacer autocrítica.

"No podemos regalar situaciones como el penalti de Bilbao, o el segundo y tercer gol del Alavés. No puede ser tan fácil hacernos gol. Si los repasas son todos muy evitables", asumió Rubi, como una de las asignaturas pendientes de un Sporting que, ante el Alavés, pareció volver a dar muestra de su fragilidad defensiva. "El equipo ha salido bien en las dos partes, mejor en la segunda que en la primera, pero el gol nos ha reventado. No podemos tirar prácticamente veinte minutos de la primera parte", señaló el de Vilasar de Mar. "Después llegó otro contratiempo extraño, muy extraño. Nos ha fastidiado muchísimo", volvió a deslizar sobre la acción del penalti pitado a Meré.

Rubi quiso defender a sus jugadores ante la opinión de haber sido superados por un rival con la mente puesta en la semifinal de Copa del Rey, al presentar una alineación plagada de jugadores que no vienen siendo titulares. "Eso de que venían a no jugarse nada es totalmente relativo. Se juegan estar lo más arriba posible y además han jugado con nuestra ansiedad", puntualizó. También rompió una lanza a favor de Amorebieta, a quien parte del público silbó tras el codazo a Deyverson en el área que costó otra pena máxima y el tercer tanto visitante. "Él también se llevó un codazo en la primera parte y ni siquiera hubo tarjeta", señaló.

En cuanto al once, Rubi argumentó su apuesta por Afif para "buscar velocidad y uno contra uno", mientras que explicó que se decantó por Vesga como pivote defensivo "para intentar tener más el balón", con Nacho Cases y Carmona por delante porque "quería darles continuidad". En cuanto a la visita al Leganés, el entrenador del Sporting reconoció que otra derrota sería "un golpe tremendamente duro. Hay que intentar ponerse a dos puntos. A los chicos les he transmitido que hay que ponerse a un partido de ellos. Ahora estamos a dos, se ve lejos porque llevamos mucho tiempo abajo, pero ahora lo tenemos en nuestra mano".