A tenor del ambiente futbolístico que se respira en esta hermosa villa marinera, desde que el pasado domingo el Real Sporting (Sociedad Anónima Deportiva para nuestra desgracia), sumara su cuarta victoria en lo que va de Liga, primera con Rubi (por fin ya casi nadie le llama Rubí), me atrevería a decir que esa fe que parecía perdida por buena parte de la afición sportinguista, ha vuelto a renacer. En realidad, quizás nunca se hubiese perdido del todo y solo se hubiese quedado un tanto aletargada en los perennes corazones rojiblancos. De esta manera, ha bastado una victoria justa, conseguida en el momento y frente al rival justos, para que se haya generado algo así como el 'despertar de la fe'. Sí, ya sé que les sonará con solo cambiar la fuerza por la fe, al título de una de las películas de la saga Star Wars; concretamente, a la última de ellas. Pero es que me venía como anillo al dedo y no he querido dejar escapar la ocasión. Como no la dejó escapar el Sporting en Butarque; aunque fuera de aquella manera que ustedes y yo sabemos. Lo importante era ganar y se ganó. Ahora no queda más que confiar en que, siguiendo con el paralelismo, el lado oscuro de la fe no vuelva a hacer de las suyas a las primeras de cambio y que tras el paso de los chicos de Simeone por El Molinón este sábado, no regresen de nuevo esos nubarrones negros que durante tantas semanas, cubrieron por completo el ánimo de la parroquia rojiblanca.

El primero en creer firmemente que esto no va a ocurrir, es el propio Rubi, quien en palabras suyas a LA NUEVA ESPAÑA, afirmaba estar convencido (al cien por cien, dijo) de que el Sporting logrará la permanencia y que esta podría situarse cuantitativamente "bastante por debajo" de la mágica cifra de los 40 puntos. Puede que el entrenador catalán sea consciente de que llegar a esa cifra (y no digamos superarla), es hoy por hoy, pura ciencia ficción como la de Star Wars. Pero ya saben ustedes que la fe mueve montañas... Esto último seguro que a los jugadores se lo habrá repetido una y mil veces el buen padre Fueyo, con quien Rubi según ha confesado, aún no ha tenido la oportunidad de hablar. Él, que reconoce que apenas uno llega a Gijón y ya percibe de inmediato la grandeza del Sporting, debería entender que en esa misma grandeza se encuentra el respeto (y hasta la adoración si me apuran) a los símbolos y tradiciones del club. Pensarán algunos de ustedes que seguro que el entrenador catalán, tiene cosas mucho más importantes a las que dedicar su tiempo. Cierto. Pero haría bien igualmente en no dejar pasar ni un solo día más sin hablar con uno de nuestros más sabios jedis. Pues Fueyo es eso: la mejor representación de un jedi; un defensor a ultranza de la paz y más si cabe de la fe sportinguista. Con Quini, el más noble de todos los que tenemos, imagino y espero que sí haya podido conversar Rubi. Y ahora que salió el Brujo: ¿qué habría ocurrido si hubiera seguido siendo él nuestro delegado?¿También hubiese tenido que abandonar el vestuario? Vayan ustedes a saber...

Entrando en lo meramente deportivo, de cara al partido, Rubi habrá de recomponer su centro del campo, en vista de la baja segura por sanción de Carmona. Veremos por qué solución se decanta. Inútil hacer elucubraciones. Atrás parece no haber dudas y lo normal sería que repitieran los mismos hombres. ¿O tal vez no? ¿Podría por ejemplo debutar el único refuerzo de invierno que todavía no lo ha hecho, en detrimento de Canella? No parece probable. Repito: inútil elucubrar. Por cierto que el capitán rojiblanco, autor del primer gol en Leganés, ha declarado por su parte que la victoria frente al Atlético pasa por hacer un partido perfecto. Para entendernos mejor: algo así como el del PSG frente al Barcelona este martes. Casi nada al aparato...

Por último, arriba, la opción de Traoré sigue siendo a priori la más probable. De él dice Rubi que quiere que reciba al pie, porque además no es una 'superestrella' para condicionar el juego de todo un equipo. ¡Quien lo habría dicho!, visto el partido en Butarque, donde eran casi todo balones al marfileño. Y digo yo por otro lado, que con lo que ha costado, algún balón que no le vaya al pie también podrá ir a por él. Que no será el sueldo de una 'superestrella', pero para las arcas del Sporting, casi como si lo fuera.

En fin, que con todos estos y muchos más ingredientes para condimentar sobre el campo, tiene Rubi ante sí la oportunidad de que el numeroso público (se rozará el lleno) que acuda al estadio, salga del mismo con la fe aún más despierta. Y si fuera con los tres puntos en el bolsillo, mucho mejor.

Post Scriptum: tras el 'caso Fueyo', ¿tendremos también 'caso Xavi Torres'?