Burgui atraviesa el momento más dulce desde que llegó al Sporting el pasado verano cedido por el Madrid. El tanto y la notable actuación del extremeño durante la victoria en Butarque, ante el Leganés, ejerció de liberación para un jugador que se ha marchado ovacionado por El Molinón en los dos últimos partidos en casa, cuando meses atrás se había convertido en el centro de todas las críticas. La confianza de la dirección deportiva rojiblanca en Burgui ha llevado a que se le plantee la posibilidad de negociar con el conjunto blanco, con el que tiene un año más de contrato, su pase definitivo. Un tanteo del que se ha querido hacer partícipe al jugador y que, en estos momentos, se ve como una opción complicada por todas las partes.

Burgui quire centrarse en lo deportivo y ayudar a conseguir la permanencia en Primera División, dejando a un lado lo que pueda suceder a partir de junio. El extremeño se siente cada vez más a gusto en Gijón, sin olvidar que contractualmente tiene un año más con el Madrid, el club que le ido la oportunidad de convertirse en futbolista profesional. La incertidumbre deportiva que rodea al conjunto rojiblanco tampoco ayuda a ir avanzando de cara al proyecto de la próxima temporada. El escenario de Primera División implica una capacidad y un atractivo a la hora de diseñar la plantilla que no es comparable con las opciones que se abrirían si se cosuma el descenso. Burgui también vive a expensas de los planes que tenga el Madrid sobre su futuro.

El Sporting quiere intentar moverse más rápido que en el caso de Omar Mascarell, jugador cedido por el club blanco la pasada campaña que optó por no ampliar su estancia en Gijón. Nico Rodríguez apostó por la llegada del canario e incluso estaba interesado en que pudiera continuar esta misma temporada. Sin embargo, el Madrid dio prioridad a otras propuestas que incluian ofertas por traspaso, como fue el caso del Eintracht de Frankfurt. El conjunto alemán pagó un millón de euros por el centrocampista tinerfeño, que firmó por tres temporadas. Ahora se ha convertido en una de las sensaciones de la competición, y el conjunto blanco no descarta hacer efectiva la opción de recompra que se reservó, situada en 4 millones de euros. La situación de Burgui puede orientarse en algo parecido a lo ocurrido con Mascarell, teniendo en cuenta que este verano afrontará además su último año de vinculación con el Madrid. La evolución del Sporting en este tramo final de la temporada, y del jugador, marcará el desenlace para que la andadura del extremeño en Gijón pueda ampliarse o ceñirse a una sola campaña.