El vestuario del Sporting mantiene la fe en alcanzar el objetivo a pesar del golpe recibido ante el Deportivo de La Coruña. La última derrota del conjunto rojiblanco ha situado la zona de salvación a siete puntos (seis más el goal-average perdido con el conjunto gallego), la mayor distancia de la temporada. Un palo del que esperan recuperarse a lo largo de las doce jornadas que restan por disputarse. La primera parada está en Valencia, campo en el que la pasada temporada ya se sumó un valioso triunfo. La esperanza pasa por reaccionar pronto y recuperar la teoría de Rubi: "Estar a un partido de salir de abajo porque, a un partido, pueden pasar muchas cosas".

Deportivo de La Coruña y Leganés son los rivales a cazar. Al menos, por el momento. El conjunto gallego puede alejarse un poco más si mañana logra puntuar en su duelo ante el Betis en Riazor, partido que se encontraba aplazado desde el pasado mes de febrero. Pase lo que pase, los siete puntos seguirán siendo la distancia a neutralizar, ya que la referencia se mantendrá en el caso de que haya que tomar a los pepineros como el conjunto que marque la zona de salvación. Es precisamente al cuadro madrileño el único de la zona baja con el que el equipo gijonés tiene ganado el goal-average. Un detalle a tener en cuenta de cara a terminar la Liga con la misma puntuación. Resta por resolverse el resto, salvo el citado caso del Dépor, lo que añade castigo al resultado del domingo.

Ganar al Valencia en Mestalla, y al Granada, en El Molinón, parece ahora el único camino posible para levantar la situación y recuperar la confianza. Un reto complicado si se tiene en cuenta que el Sporting sólo ha sido capaz de ganar cuatro partidos hasta ahora. Estos seis puntos podrían volver a meter al Sporting en la pomada antes de visitar el casi inexpugnable Sánchez-Pizjuán. La ruta hacia la permanencia sigue con la llegada a Gijón del Málaga, situado ahora a nueve puntos, y equipo que ha ido de más a menos. Esperan después Real Sociedad y Madrid, poco propicios para puntuar, mientras que el último tramo abre opciones más asequibles, ante rivales que podrían tener objetivos resueltos.

El Sporting deberá visitar entonces a un Osasuna que, con diez puntos, parece contar ya con remotas posibilidades de salvar la categoría. Le seguirá la llegada a El Molinón del Espanyol, al que se le han dificultado ya las posibilidades de entrar en Europa. El Villarreal, en cambio, está en plena pelea por plaza de Liga de Campeones, por lo que será otro hueso duro. Los siguientes, Las Palmas y Eibar, se mueven en un contexto similar al del Espanyol. Se acabará en casa, ante el Betis, encuentro que cualquier sportinguista firmaría alcanzar como la gran final para ser de Primera.