Nadie firmaba el empate, pero todos se dieron por satisfechos. El Sporting y los cerca de 300 aficionados que arroparon a los rojblancos en el Sánchez Pizjuán celebraron el punto conseguido ante el Sevilla en una de las salidas más complicadas de la temporada. Los de Rubi acabaron desesperando a parte de la afición rival, que deseó el descenso de los gijoneses con cánticos de "a Segunda". El conocido hermanamiento entre sportinguistas y béticos tampoco invitaba a recibir elogios en casa del eterno rival. La historia, sin embargo, unió a los dos clubes para recordar a José Luis Garzón. El exjugador de ambos equipos, fallecido recientemente, recibió un homenaje durante el descanso al que fueron invitados sus familiares. El consejo de administración rojiblanco estuvo presente en pleno. También el director deportivo, Nico Rodríguez.

El Sporting despachó en Gijón más de un centenar de entradas para la visita al Sevilla, pero el equipo contó con refuerzos llegados desde diferentes puntos del sur de España. Muchos de los habituales en los desplazamientos del equipo echaron en falta a Roberto Narváez, "Milinko", que tras estar presente en los últimos 44 partidos del Sporting lejos de El Molinón, no pudo acudir a la capital hispalense por motivos de salud.