"Ojalá se salve el Sporting, pero vengo por ver al Madrid". El despertador suena mucho antes de lo habitual en casa de Marcos Robles. Este mierense de 22 años se presenta a las 5.45 de la madrugada ante las taquillas de El Molinón. Es la manera de asegurarse tres de las entradas que se empezarán a poner a la venta de cara al partido del día 15 de abril, cuando el actual líder del Primera División rendirá visita al Sporting. Él es el primero, para su sorpresa, en formar una fila que, en poco tiempo, empieza a engordar a sus espaldas. A las 10.00 horas, cuando se inicia la atención al público, la gente alcanza ya una de las esquinas del municipal gijonés. Al final del día se han agotado las plazas para tribuna este y sur y grada este. Y eso que los precios se sitúan entre 70 y 120 euros. El Madrid trae cola en Gijón.

"Me da más seguridad venir a por ellas que comprarlas por internet", explica Marcos Robles. Conoce perfectamente que existe la posibilidad, desde el pasado día 31 de marzo, de retirar su entrada a través de la web entradas.com, pero prefiere el método convencional. Y como él, la mayoría. "Yo las reservé en la página web, pero vengo a que me las impriman aquí, me fío más", señala Javier Cuerdo, el segundo a la cola y uno de los que más kilómetros ha recorrido. "Vengo desde Santander, como allí no tenemos Primera División", apunta. No oculta que "prefiero que gane el Madrid" aunque se siente "simpatizante del Sporting, sobre todo desde la época de Preciado".

El gijonés Diego Menéndez es el tercero en asomarse a las taquillas. "Vengo para conseguirles entradas a mis primos, que son de Madrid", explica. En su caso, espera la derrota del conjunto blanco en El Molinón, para que "se salve el Sporting, aunque creo que está ya muy fastidiado. La última bala era la del Málaga". El deseo de que caigan los de Zidane también se justifica en su pasión colchonera. "¡Queda esperanza, ho!", comenta Demetrio Fernández, un vecino de La Caridad que hace cola para que uno de sus sobrinos pueda ver de cerca a Cristiano y Sergio Ramos. Más de cerca le toca a Lorena Barbón. "Es que mi hijo Unai es muy aficionado del Madrid, y por un hijo se hace lo que haga falta", comenta esta avilesina a la que no le pesa haber estado más de tres horas a la espera de su turno. "Me fío más cuando me las dan en mano", dice ya, con las entradas en su poder. Los aficionados al Madrid no son los único que pasan por caja. Los abonados del Sporting deberán pagar 20 euros, ya que el partido ha sido nombrado "día de ayuda al club".