El Sporting tuvo ayer la pegada que echó en falta en media temporada. Dos tiros a puerta y dos goles de los rojiblancos para poner contra las cuerdas a todo un líder. En total, el Sporting realizó cuatro disparos, pero sólo dos cogieron el camino del gol. Casilla se fue de El Molinón sin hacer una sola parada. Mucho menos certero, a pesar de su fama de terrible pegador, se mostró el Real Madrid. Los de Zidane precisaron de 18 remates, de los que solo seis iban bien dirigidos.

La posesión fue claramente blanca, sobre todo tras el descanso cuando la sombra del Barcelona sobrevoló El Molinón. El Madrid combinó mucho más que el Sporting, dobló ampliamente los pases de los rojiblancos. Lo que estuvo más equilibrado fue el capítulo de los balones recuperados.

Los números no hacen justicia al inmenso partido de Vesga. El centrocampista ocupó mucho campo, recuperó siete balones, marcó un gol y dibujó otro con un pase extraordinario.