Baptistao permite al Sporting seguir en la lucha. Un gol del delantero brasileño, en tiempo de descuento, dio ayer la victoria al Espanyol en Butarque, en el otro partido que el sportinguismo jugó el pasado fin de semana. Y es que el triunfo de los pericos permite que los rojiblancos continúen a cinco puntos del Leganés, conjunto que marca la permanencia. Un margen que la plantilla valora como salvable en las seis jornadas que restan por disputarse. Nadie oculta ya en el vestuario que todo pasa por ganar el próximo sábado en la visita a Osasuna para continuar aspirando a alcanzar la salvación en la primera de las seis finales que restan para que finalice el campeonato.

A las 10.30 horas de la mañana, los rostros serios con los que los jugadores del Sporting saltan al campo número 2 de Mareo dan muestra de la delicada situación en la que se encuentra el equipo. El palo de caer ante el Madrid en tiempo de descuento parece haber dado paso ya al siguiente escenario que marca la jornada para el conjunto gijonés. El Leganés está en la mente y en la boca de muchos. Los pepineros se enfrentan al Espanyol, hora y media después, en un partido en el que, de ganar, dejarían a los rojiblancos a ocho puntos de distancia. "Esperamos que nos echen una mano", había confesado Rubi en relación a su deseo de que el conjunto perico lograra el triunfo. El técnico observa la evolución del entrenamiento mientras los titulares ante el Madrid, que realizan un trabajo más liviano que el resto de la plantilla, toman el camino de la ducha.

"Es el típico milagro que llevamos haciendo dos años", confiesa poco después Isma López, en relación a la posibilidad de que el Sporting vea aumentada la distancia con los puestos de salvación. "Sabemos que dependemos de que ellos no ganen", comenta sobre el Leganés. "También es cierto que tenemos que ganar los nuestros, empezando por Osasuna", añade el navarro, frustrado por haber visto la quinta amarilla ante el líder, lo que le impedirá jugar en su tierra natal. "Todavía tenemos que hacer parte del trabajo en el gimnasio, no sé si voy a ver el partido", señala en relación al seguimiento del Leganés-Espanyol. Y es que el vestuario se divide entre los que quieren estar informados al detalle de lo que suceda en Butarque, o los que prefieren conocer sólo el resultado cuando concluya. Meré se incluye en este último grupo. "Son muchos nervios los que estamos pasando", confiesa.

Fuera del vestuario, Lillo y Babin, que han completado la tarea asignada, matan el tiempo observando cómo trabajan el resto de sus compañeros. A unos metros, Douglas y Traoré, lesionados, bromean con el hijo de Rubi antes de continuar con su rehabilitación sobre el césped del Pepe Ortiz. "Estamos ilusionados y creemos que todo va a salir bien. Podemos lograrlo. Tenemos rivales que tienen que dejarse todos los puntos en El Molinón y fuera tenemos que hacer daño", subraya Isma López, que refuerza la fe en alcanzar la salvación. Es mediodía y el Sporting da por finalizada la jornada en Mareo mientras el balón echa a rodar en Butarque, donde Baptistao acaba ofreciendo una oportunidad más para que el Sporting se levante.