Aunque parezca un desafío a la lógica a la vista del rendimiento del equipo durante el curso, la estadística avala el sueño del Sporting de remontar los cinco puntos que le separan del Leganés y de la permanencia. Basta con echar un vistazo a los antecedentes para darse cuenta de que todo es posible en las jornadas finales del campeonato. Desde la temporada 1997-98 (la primera con veinte equipos y liga de tres puntos por victoria), sólo han descendido cinco de los diecinueve equipos que ocupaban la decimoctava posición a seis jornadas del final de Liga. De ellos, el Extremadura de la temporada 1998-99, que terminó decimoséptimo, con lo que hoy se hubiera salvado, acabó descendiendo en la promoción por la permanencia que se disputaba entonces. El símil más claro sería el mundo ecuestre, donde todo el mundo sabe que en la recta de meta gana el caballo que viene desde atrás.
Bien es cierto que la situación de este curso es singular, por el pobre rendimiento que han ofrecido los equipos de la zona baja de la clasificación. El Leganés es, con 27 puntos, el peor decimoséptimo de los últimos veinte años (tan sólo se le acerca el Almería de la temporada 2014-15, que sumaba 28 puntos y acabó descendiendo como penúltimo clasificado). También el Sporting es el peor de los decimoctavos clasificados en las dos últimas décadas con 22 puntos.
La diferencia entre ambos (5 puntos) es la segunda mayor del periodo estudiado, pero los antecedentes no pueden ser más favorables. En la campaña 2003-04, el Espanyol de Barcelona (18º clasificado) tenía una desventaja de cinco puntos con respecto al Mallorca, equipo que marcaba la permanencia. Ambos consiguieron salvarse. Pero el registro más sorprendente lo protagonizaron precisamente los bermellones un año después, en la 2004-05. El Mallorca llegó a la 32.ª jornada con 25 puntos, a nueve de la permanencia que marcaba el Racing de Santander y con seis partidos por jugar. De nuevo se salvaron los dos. Los bermellones acabaron decimosextos y la tercera plaza de descenso la ocupó finalmente el Levante, al que superaron tanto los cántabros como los baleares en un final de temporada de locos.
Los dos principales equipos asturianos ya saben lo que es remontar en las jornadas finales, aunque la distancia fuese menor en ambos casos. El ejemplo del Sporting no puede estar más reciente. Los rojiblancos ocupaban la misma posición en la temporada anterior, aunque sumaban 28 puntos y le separaban sólo dos del Granada, equipo que marcaba la permanencia. Finalmente, los dos lograron salvarse en detrimento del Rayo Vallecano.
El caso del Oviedo se remonta a la temporada 1999-00, cuando los azules eran decimoctavos con 34 puntos y con dos de desventaja respecto del Betis. El Oviedo acabó esa temporada en la decimosexta posición.
La posibilidad de ver cerca la permanencia es una motivación grande para los equipos que están a un puesto de la salvación. Un dato llamativo es que en los últimos veinte años, el Tenerife de la temporada 2009-10 es el único equipo que, llegando decimoctavo a las seis últimas jornadas, terminó por perder una posición. El Mallorca de la 2012-13, el Zaragoza de la 2007-08 y el Celta de la 2006-07 mantuvieron la plaza y consumaron su descenso. Los quince equipos restantes que eran decimoctavos a falta de seis partidos lograron mejorar esa posición y catorce de ellos evitaron el descenso.
El caso más sorprendente lo protagoniza el Espanyol de la temporada 2008-09, que completó una reacción de tal calibre que terminó la temporada como décimo clasificado, muy lejos de la pelea por el descenso. El Sporting tiene argumentos para soñar.
