"Confiamos en nuestras posibilidades, pero con mucho respeto a un rival que ha competido bien y que nos va a obligar a hacer un gran partido si queremos ganar". Rubi resume en esta frase el estado psicológico en el que el Sporting encara su visita a Pamplona, donde tiene parada el último tren que puede acercar a los rojiblancos a la permanencia. Se dan todos los ingredientes para que el sportinguismo viva una fiesta, salvo la cicatería de la directiva rojilla con las entradas disponibles para la Mareona: el Granada visita al Sevilla el viernes, el Leganés hace lo propio ante el Villarreal y el Sporting juega en el campo del colista sabiendo el resultado de sus rivales directos. "Sé que si ganamos este partido, la cosa se nos va a poner muy bien". Lo dice Rubi y lo repiten todos los futbolistas y todos los estamentos del club, como una lección bien aprendida.

La trascendencia del choque para los rojiblancos es tal que hasta un hombre prudente como Rubi aplica ya expresiones categóricas: "Yo lo llamaría final". Aunque en seguida, matiza que "no vamos a bajar los brazos pase lo que pase". La suerte del Sporting se decide en una semana en la que visitan a Osasuna y Villarreal y reciben al Espanyol. El objetivo claro es salir de este bloque de partidos fuera del descenso. "Vamos muy animados, sabiendo que nos jugamos el futuro del club", sentencia de forma tajante el preparador rojiblanco. La vista se fija en Pamplona, pero el cuerpo técnico realiza ya un trabajo a medio plazo dirigido a los tres próximos partidos: "El mensaje que he lanzado es que es la semana del año. La semana en que nos jugamos el futuro".

Tan centrado está en la preparación del partido, que tuvo un divertido lapsus en su comparecencia. "Ahora sí que prefiero jugar antes, porque el rival te ahí antes de su partido", comentó para ser inmediatamente corregido por los periodistas puesto que el Sporting jugará después de que lo hagan Leganés y Granada. Rubi se tomó el desliz con humor: "He metido la gamba. Por suerte he dicho que hay que darlo todo igualmente".

Rubi no espera un partido sencillo en El Sádar. "Se les han escapado puntos como a nosotros por detalles, pero tienen una afición que ayuda a su equipo y tienen rachas dentro de los partidos donde te acorralan", avisa el técnico. Rubi cree que "el primer gol va a marcar el partido" y se muestra confiado en la capacidad de sus futbolistas: "Tenemos jugadores de calidad que pueden dar continuidad al juego, batir líneas, alternar el juego interior y por fuera...".

Las últimas palabras de Rubi se dedicaron a agradecer el enorme apoyo de la Mareona. "Es una continuidad de lo que nos ha enseñado la afición desde el primer día. Es fantástico, es una pasada y seguro que se les va a oír y creo que van a salir contentos con el esfuerzo de los jugadores", pronostica. Rubi se confiesa sorprendido de que hacer más de mil sportinguistas que viajarán a Pamplona sin tener una entrada para asistir al choque: "Es una cosa que se da en muy pocos clubes. Si pueden que vengan, aunque no podamos estar todos juntos, pero eso lo palpa el jugador. Si al final viene alguno menos, estamos convencidos de que están con nosotros y de que estarán sufriendo desde casa. No tenemos duda en eso".