A la vista de los últimos acontecimientos protagonizados por padres de niños futbolistas, varios clubes han decidido mover ficha. Ayer mismo, en Gijón se simultanearon dos charlas destinadas a sensibilizar a progenitores. El Sporting acogió en Mareo una actividad apadrinada por la Liga y por Aficiones Unidas y que desarrolla la escuela para padres del exfutbolista Torres Gómez, quien dio la charla acompañado por el psicólogo David Rincón. Paralelamente, el Tsk Roces organizó una conferencia para padres a cargo del coach deportivo Paco Prieto que llevó por título "liderando el fair play desde la grada". El mensaje es el mismo y la conclusión está clara: a jugar limpio se aprende en casa.

Torres Gómez explica que esta iniciativa de la escuela de padres surgió hace nueves y, aunque cuenta con seis talleres, la Liga apostó por dos. Iniciación deportiva y valores y comportamientos. Las charlas quieren llegar a todos los clubes del fútbol profesiones y ayer, en Mareo, se dirigieron a padres de alevines y cadetes.

"No tratamos de enseñar nada a nadie, sólo queremos sensibilizar un poco a los padres, que ya son mayores y tienen su educación", explica Torres Gómez que abunda en que "se trata de que reflexionen sobre cómo se encuentra el niño dentro del campo, lo que está sintiendo en cada momento y lo que le podemos influir y presionar desde fuera".

El exfutbolista leyó la carta escrita por Juan Junquera, portero de 16 años del Llano 2000, publicada en LA NUEVA ESPAÑA y asegura que "resume un poco todos estos temas". En su opinión, el requisito fundamental para que los niños hagan deporte y les guste es "que se diviertan". Un consejo que da a los padres es que no incidan en el resultado, ni en los goles marcados por un niño.

En cuanto a la actitud violenta de muchos padres durante los encuentros de sus hijos, señala que "muchas veces no somos coherentes con los valores que en otras facetas nos parecen importantes".

Los talleres son interactivos y se agradece la participación de los padres. "Les señalamos los comportamientos adecuados y las sentimientos negativos que a veces provocamos a los niños", apunta Torres Gómez antes de aclarar que "queremos que esto sea el camino a la prevención de la violencia en fútbol". El ponente reconoce que los vídeos de peleas consiguen que el público les haga mucho más caso. Pero también rompe una lanza en favor de los progenitores a los que quiere servir de ayuda: "Siempre se dice que los padres son el mayor problema del fútbol base, pero no hacemos nada por ellos. Así me surgió esta idea".

Tras ser futbolista profesional, entrenó en categorías inferiores y fue coordinador de fútbol base del Valladolid. Tiene elementos de juicio para concluir que "la relación con los padres es difícil, pero hay que hacerles entender que hay diferentes perspectivas en el mundo del fútbol y hay que ponerse en el lugar del otro".

Como muestra pone un ejemplo terrible de las causas reales que pueden llegar a angustiar a un niño en el fútbol: "Cuando un niño no juega, se genera un problema, pero lo entiende y lo tolera mejor el niño que el padre. El niño llega a disgustarse pensando que su padre estará enfadado porque no juega".