Fernando Amorebieta está a dos cartulinas de establecer una nueva marca en la historia reciente del Sporting. El de Cantaura suma 17 tarjetas amarillas, una menos que el récord establecido en base a los datos obtenidos a partir de la campaña 1969-70. Bernardo fue el último en alcanzar la cifra de 18 amonestaciones a lo largo de una temporada. El colombiano lo hizo en la 2013-14, en Segunda División, tras participar en 38 partidos de liga. No fue el único. Juan Díaz también alcanzó la misma cifra en la campaña 2003-04, también en Segunda. Y hay un tercer caso, en idéntica categoría, el que protagonizó un año antes el central argentino Christian Díaz.

El fútbol de Fernando Amorebieta va asociado a jugar al límite y vivir acompañado por las tarjetas amarillas. Los números a lo largo de su carrera lo demuestran y en su trayectoria se incluye ser el jugador más expulsado de un club de la solera del Athletic de Bilbao. El central con rojiblanco asumió esta temporada con normalidad los debates abiertos sobre este aspecto. A su temperamento también hay que unir que los árbitros le tienen pillada la matrícula, aspecto que en algunos casos contribuyen a engordar sus cifras.

El defensa del Sporting ha participado, hasta el momento, en 26 partidos de Liga. En el último, el disputado en Villarreal, vio su amonestación número 17. La dinámica del equipo tampoco ha ayudado a que estos números se vean reducidos. Los problemas en defensa han sido una constante que, en muchas ocasiones, tienen su reflejo en las amonestaciones con las que se cargan los centrales. Uno de los ejemplos es el de Bernardo. El colombiano pasó de ver 18 tarjetas, a 7 solo un año después, disputando además tres partidos más. Aquella campaña fue la del ascenso a Primera División.

Amorebieta ya rompió la barrera del centenar de tarjetas amarillas en Primera División esta misma temporada. Lo hizo, curiosamente, en la visita del Sporting al Athletic de Bilbao. Una marca alcanzada tras disputar 212 partidos en competición liguera. Nadie antes había logrado estos números en tan poco tiempo. Su primer año en Gijón también va a ritmo de récord.