"Mi sensación es que el equipo mejoró, pero de manera insuficiente". Rubi defendió esta mañana el trabajo realizado en el Sporting por su cuerpo técnico, a pesar de que no se ha conseguido permanecer en Primera, objetivo por el que fue contratado el pasado mes de enero. "Hemos hecho 18 puntos, han sido pocos, y eso es responsabilidad mía", admitió el catalán. En todo caso, no oculta que se ve capacitado para liderar el proyecto del año que viene y así devolver al conjunto gijonés a la máxima categoría. "Me gustaría seguir en el Sporting, pero siempre que el club esté convencido del trabajo de este cuerpo técnico. Si hay alguna duda, estaríamos condenados al fracaso", subrayó. Una disposición que Rubi no liga a la situación de Nico Rodríguez, director deportivo y el hombre que apostó por su llegada. "Mi idea de continuar no cambiará si se marcha Nico Rodríguez. A lo mejor en otra situación él me hubiera destituido. Los dos sabemos cómo funciona el fútbol", explicó.

"El club no me ha llamado para ninguna reunión todavía. No me paro a pensar. Supongo que los acontecimientos se precipitarán pronto", apuntó el entrenador del Sporting, que habló sobre su futuro y analizó el partido del sábado ante el Betis, tras el entrenamiento matinal celebrado en El Molinón. "Tenemos una plantilla que ha demostrado que se podía salvar. Para Segunda es una plantilla excelente. Da garantías de estar arriba. Otra cosa es que no va a ser fácil, esté yo o esté otro", explicó Rubi sobre el nuevo proyecto. El catalán siente el respaldo de sus jugadores, aunque reconoció que no todos están con él y que algunos no han rendido al nivel esperado. "Cuando tienen conversaciones privadas con ellos notas que valoran tu trabajo, aunque hay algunos que no están contentos. El Sporting tiene un buen vestuario en líneas generales, pero es cierto que de alguna gente me esperaba más cosas", sentenció.

Rubi aseguró que se toma "muy en serio" el último partido de Liga, en el que no se jugarán nada ante el Betis, ya que incluso no caerá más abajo del puesto 18. En que lo afronte como un encuentro de tanta importancia como los anteriores se apoyó para justificar que haya fijado tres entrenamientos a puerta cerrada esta semana. "Lo hacemos así porque seguimos nuestra hoja de ruta y no quiero que el rival tenga información nuestra. Afronto el partido con la ilusión de ganar", subrayó. Desilzó que no hará muchos cambios respecto al once habitual, pero que se plantea "algún cambio para premiar a algún futbolista". El barcelonés asumió que no se encontrará con el mejor ambiente posible en El Molinón. "Creo que nos van a recibir un poco enfadados. La afición es soberana y su estado de ánimo es la realidad y la verdad. Lo tienen que manifestar. No va a ser fácil para nosotros, pero igual nos lo hemos merecido. No puedo reprochar nada. Nos han ayudado más de lo que les hemos dado", concluyó.