"Nos gustaría acabar la temporada brindándole a la afición una mínima alegría de ganar en casa y terminar con tres victorias seguidas". Xavi Torres es de esos tipos que siempre da la cara, y lo hace con valentía y argumentos. Traslada el malestar de la plantilla por el descenso consumado y quiere acabar el curso con la mejor imagen posible: "Está claro que no sirve de nada, pero somos profesionales y tenemos que ganar el partido del sábado. Ésa es nuestra mentalidad".

No es un partido fácil de jugar y el centrocampista reconoce que está siendo "una semana complicada, en la que los ánimos están bajos. Es duro venir a entrenar sabiendo que no hemos cumplido el objetivo". Buena parte de la plantilla tendrá la oportunidad de resarcirse el próximo curso. El alicantino detalla que "lo que se respira en el vestuario es ansiedad porque empiece la próxima temporada, en la que estamos todos ilusionados en cumplir la obligación del club y la nuestra y devolver al Sporting a donde se merece".

Xavi Torres es un caso atípico en esta plantilla. Salvo los cedidos, es el único futbolista que termina contrato y ya ha manifestado su deseo de renovarlo. Por ahora no ha recibido ninguna notificación del club en ese sentido. "El futuro está incierto. Igual que en todos los ámbitos del club. No sé lo que pasará con el entrenador y con el director deportivo, pero conmigo nadie ha hablado", explica antes de reiterar que "estoy muy a gusto en la ciudad, es un club que me encanta y estaría muy contento si me quedo".

El centrocampista está dispuesto a esperar a que el club solucione sus cuestiones estructurales y a conocer la opinión del nuevo director deportivo y del nuevo técnico: "Esperaré lo que haga falta, lo que me digan, lo normal. Supongo que hablarán pronto con todos nosotros".