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El análisis de la plantilla | Afif

Un talento por descubrir

El rápido extremo catarí, del que todo el mundo cuenta maravillas, defrauda con su rendimiento durante la competición

Algo tendrá el agua cuando la bendicen. Por la misma regla, algo tendrá Akram Hassan Ay Afif (18-11-96, Doha, Catar) que todos los que le conocen hablan maravillas de este joven talento emergente, que llegó al Sporting en calidad de cedido por el Villarreal. Desde fuera, y a la vista del rendimiento ofrecido sobre el campo, cuesta descubrir todas esas virtudes que se le han atribuido.

Algo verían los técnicos del Villarreal cuando lo ficharon como un firme apuesta de futuro que llegó a Gijón con sólo 19 años. Algo le vio Xavi Hernández, mejor centrocampista que ojeador, cuando le recomendó a Abelardo la incorporación de uno de los talentos llamados a mejorar el prestigio del fútbol catarí. Algo le vería Marcelino García Toral durante la etapa en que lo dirigió en Villarreal para recomendarle firmemente a Iñaki Tejada que el Sporting apostase por él. El propio Marcelino llegó a contemplar que el futbolista no saliese cedido. Algo le tuvo que ver el delantero asturiano Luis García, excompañero de Afif en el Eupen belga, cuando en una entrevista con este periódico se mostró sorprendido de que el catarí no tuviese más protagonismo. Y algo le vieron, por último, tanto Abelardo como Rubi que le llenaron de oportunidades que Afif nunca aprovechó. Incluso después de dejar el banquillo del Sporting, el Pitu sigue manteniendo su convencimiento de que el catarí tiene talento.

Los que no le vieron nada especial, son los aficionados del Sporting a los que el rendimiento de este futbolista, joven y quizá sobrepasado por la dimensión de la competición, llevó de decepción en decepción.

Hay que reconocer que al primer golpe de vista Afif entra por el ojo como un futbolista prometedor. Es rápido y habilidoso. Es un profesional disciplinado que acata siempre las órdenes del entrenador, es un chico muy educado y su comportamiento ha sido impecable durante toda la temporada. Es en la propia competición, donde Afif se viene abajo y es incapaz de mostrar ninguna de sus cualidad. Finalmente, tanto Abelardo como Rubi acabaron desencatados, cedieron a la presión de la grada y el catarí terminó por convertirse en un descarte habitual.

La llegada de este perfecto desconocido de 19 años, mientras que Álvaro Bustos, extremo izquierdo del Sporting B, salía cedido con destino a Miranda, resume la política de fichajes seguida por el Sporting en la temporada anterior. La oportunidad que se le negó a un guaje de Mareo, se le brindó a un perfecto desconocido. Este es el gran reproche del sportinguismo, que no tiene nada contra Afif en particular, pero sí contra la política que le trajo a Gijón.

Y conste que no se deje juzgar a este chaval de diecinueve años por su pobre rendimiento en un equipo que era un polvorín a todos los niveles. Akram Afif no ha dicho su última palabra en el fútbol español. Si tanta gente tan reputada ha visto cualidades en él, será que las tiene. Que nadie descarte ver triunfar a este futbolista cuando, con el paso de los años, se quite de encima el susto de jugar en la Liga Española.

La próxima temporada, que nadie descarte verlo enfrentarse al Sporting con la Cultural Leonesa, donde sí se valora el talento catarí. Quizá entonces se le tenga aprecio.

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