"Es un desplazamiento cómodo dentro de las opciones que había, nos ha tocado el único cuarto de su grupo que quedaba, pero encaramos la eliminatoria con mucha prudencia". José Alberto López no se relaja en ningún momento. Y eso que a la tercera, el sorteo ha sido benévolo con el Sporting B. El filial rojiblanco ha quedado emparejado con el Beasain, único cuarto clasificado de su grupo que sobrevive en la pelea por el ascenso y es un desplazamiento corto, en contraste con los de Olot y Almería. Además, como primero de grupo, el Sporting B tiene garantizado jugar la vuelta en casa.

Los rojiblancos tienen un precedente similar a su favor. El último ascenso del filial a Segunda B, en una jornada histórica en junio de 2008, en la que el primer equipo de Preciado y el segundo de Pepe Acebal dieron el salto de categoría el mismo día, se produjo ante el Zamudio, cuarto clasificado también del grupo vasco.

Lo primero que hizo José Alberto López en cuanto salió la bola del sorteo fue acopio de material videográfico de su rival. A pesar de ser el cuarto de su grupo, el Beasain ha superado ya dos eliminatorias. Despachó al Lorca B con autoridad con una goleada en su casa (5-0) y también en su feudo encarriló el pase ante el Cacereño (2-0), que remató con un gol vital a domicilio.

El Beasain es el típico equipo vasco, de juego directo, muy vertical, que busca la segunda jugada y con futbolistas de mucha experiencia. La gran amenaza es su delantero Jon Ander. En general, sus partidos suelen ser de muy pocos goles y cuando juegan en casa están condicionados por el mal estado del césped. Su campo es estrecho y suele estar embarrado.

El Sporting B encara la eliminatoria con mucha prudencia. Y se entiende que la clave pasa por sacar un buen resultado fuera de casa y que el ascenso se decida en el partido de vuelta en Mareo.