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El análisis de la plantilla | Cop

El máximo goleador que se fue entre silbidos

El croata perdió influencia en una campaña en la que cinco de sus nueve tantos fueron a balón parado

Duje Cop. J. J.

"No entiendo al público, pero me quedo con lo bueno". Duje Cop (Vinkovci, Croacia, 1-2-1990) se despidió así del Sporting. Ésa fue su reacción a los silbidos que recibió por parte de El Molinón durante el último partido de Liga, ante el Betis. El máximo goleador del equipo (nueve tantos) cerró una etapa iniciada como el líder del ataque y zanjada como un futbolista cuestionado. No le ayudó su sorprendente suplencia tras la llegada de Traoré, su fuerte carácter, y el hecho de que fuera empleado como único delantero después de destacar en su carrera como segundo punta. El equipo también echó de menos su influencia en la última fase del campeonato. La voracidad de la delicada situación del Sporting se comió lo poco bueno que puede dejar un descenso.

Duje Cop llegó a Gijón en una compleja operación a tres bandas en la que terminó cedido por el Cagliari italiano, con opción de compra obligatoria en el caso de que el conjunto gijonés lograra la permanencia en Primera. El croata venía de hacer un buen final de Liga en el Málaga, como pareja de Charles, papel que le sirvió para ser citado por su selección para participar en la Eurocopa. Abelardo tuvo claro desde el primer momento que sería el delantero titular del equipo y el jugador respondió a las primeras de cambio. Cop marcó en la primera jornada de Liga, ante el Athletic, en El Molinón. Un partido que terminó con victoria de los gijoneses y al que le seguirían otros dos resultados positivos (empate ante el Alavés y triunfo ante el Leganés).

El temperamento de Cop, tantas veces positivo en algunos aspectos del fútbol, no fue del todo bien entendido cuando vinieron mal dadas. La mala racha del equipo abrió las dudas y las diferencias, lo que llevó a que la situación continuara sin reconducirse. Entre tanto, hubo tiempo para que pusiera sobre la mesa su talento a balón parado. Sus goles de falta ante Málaga y Espanyol dejaron claro que era el mejor especialista en una tarea que se extendió a los lanzamiento de penalti. Así consiguió otros tres goles más, ante Leganés, Celta y el Athletic. En el recuerdo permanecerá aquella pena máxima que marró en la visita al Bernabeu y que hizo creer al sportinguismo en que se podría sumar, al menos, un empate ante el que sería finalmente el campeón de Liga.

La peor época de Cop llegó al cierre del mercado de invierno. El Sporting echó el resto para añadirle competencia, y contrató a Traoré. Rubi, que no contaba con Viguera para actuar en ataque, no tardó en darle la alternativa al costamarfileño, respondiendo así a la inversión del club en el fichaje "top" para lograr la permanencia en Primera División. El croata vio en este movimiento una falta de confianza a lo aportado hasta el momento. Una reacción que se notó también en el terreno de juego, a pesar de que logró revertir la situación y ganarse de nuevo la titularidad.

La escasa eficacia goleadora del Sporting en la fase final del campeonato liguero pronto aumentó el nerviosismo de la grada y centró las críticas en los que, en anteriores ocasiones, habían demostrado un juego mucho más acertado. Uno de ellos fue Cop, que falló algunas acciones aparentemente sencillas en encuentros determinantes. De hecho no marcó en las últimas seis jornadas, en las que los gijoneses se estaban ya jugando la vida en cada encuentro.

La imagen del desencanto acabó reflejada en la jornada final, cuando Cop se aproximaba al balón para lanzar una falta en la frontal. Fue tal la reacción del público en su contra que el croata, que se había erigido como el mejor en esa tarea, dejó que la sacara otro compañero. Fue su última aportación.

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