Isma Cerro descansa desde la mañana de ayer en su domicilio tras pasar la noche del domingo en observación en el Hospital de Zumárraga, Guipúzcoa. El jugador fue ingresado en el centro médico después de que se encontrara indispuesto durante el partido que estaba disputando con el Sporting B en Beasain, correspondiente a la fase de ascenso. El cacereño empezó a notar mareos que le impidieron continuar jugando. Tras una primera valoración, en la que todo apuntaba a que los síntomas podrían tratarse a un golpe de calor. "Todo quedó en un susto. Ahora toca recuperarse bien y a por la batalla del próximo domingo", escribió Cerro en su perfil personal de diferentes redes sociales, desde las que agradeció las muestras de cariño recibidas.

Isma Cerro estuvo acompañado en todo momento en el Hospital de Zumárraga por Manuel Sánchez Murias, director de las categorías inferiores del Sporting, junto al que realizó el viaje de vuelta a Gijón. Los médicos decidieron darle el alta a primera hora del día tras comprobar su evolución positiva y la favorable recuperación de la fuerte deshidratación que acusó cuando fue ingresado. El jugador, en todo caso, continúa acusando dolores de cabeza y habrá que esperar a los próximos días para saber si estará disponible para el partido de vuelta ante el Beasain.