La afición del Sporting es una de las más destacadas de todo el panorama nacional. Y esos detalles se notan en partidos como el del 16 de junio de 2008. En Mareo concurrieron 4.000 personas para un partido de play off de ascenso a Segunda B. Los Nacho Cases, Lora, Pedro y Sergio Prendes lograron devolver al filial rojiblanco a la categoría de bronce. Delante estaba un Zamudio que no daba nada por perdido. A pesar de haber sido derrotado por los de Gijón por cero goles a tres en tierras vascas siete días antes, los vizcainos se presentaron dispuestos a presentar batalla en el Pepe Ortiz.

Sin embargo, con la salida al terreno de juego de los jugadores, cualquier tipo de duda se disipó. A pesar del empate a cero, los locales fueron superiores ante los visitantes, que poco a poco fueron perdiendo el espíritu combativo que se le presuponía. De hecho, en los primeros compases fue el filial el equipo que más atacó. Fue en la segunda parte cuando el Zamudio gozó de más situaciones de peligro, sin que fueran tampoco capaces de batir a Sergio Sánchez.

Tras el pitido final, el ascenso se convirtió en una realidad tangible. Y jugadores, afición y cuerpo técnico lo celebraron en el césped de Mareo y posteriormente, en el vestuario y en las calles de la ciudad. Fue un año redondo, puesto que el Sporting había ascendido a Primera la pasada semana. Un año de ensueño en cualquier caso para el filial, que puede repetir ahora frente a otro equipo vasco: El Beasaín.