Cuéllar se ha convertido en el jugador número 23 en abandonar el Sporting en los últimos tres años, fecha que se toma como referencia por ser la que abrió la campaña que devolvió al equipo a Primera División, y también por ser la última en la que el club ingresó dinero en concepto de traspaso. Desde la marcha de Scepovic al Celtic de Glasgow, a cambio de 2,5 millones de euros, la entidad rojiblanca acumula un puñado de futbolistas que han causado baja por retirarse, o por finalizar sus vinculaciones sin recibir propuesta para quedarse, algo normal en el fútbol. El problema ha llegado en la manera de gestionar las restantes. La marcha de Nacho Cases y Cuéllar gratis, a la que pronto se sumarán Amorebieta y Meré, ejercen de ejemplos.

El Sporting arrastra la condena de no haber sido hábil a la hora de consolidar todo lo bueno que había conseguido en una de sus épocas más difíciles. Los pilares del "Sporting de los guajes", el equipo que consiguió el ascenso en la campaña 2014-15, sin fichajes y con números de récord, se esfumaron sin que el club supiera, al menos, rentabilizar la pérdida de futbolistas tan importantes como Luis Hernández, Bernardo y Jony, entre otros. La factura la empezó a pagar el curso pasado, en forma de descenso, que incluso se llevó por delante al entrenador de aquel éxito, Abelardo. La lista de bajas irá en aumento este verano.

Nacho Cases, consciente de que había acabado para él un ciclo que vivió uno de sus momentos más importantes en sus 22 años de trayectoria en el club bajo el estímulo de aquel equipo de guajes, hizo las maletas hace unas semanas a pesar de tener un año más de contrato. Se fue libre, al AEK Larnaca, en lo que el club valora como un gesto hacia un futbolista que deseaba irse y al que quería premiar su compromiso. Nadie sabe qué hubiera preferido Nacho de haber seguido rodeado en el vestuario por gente como Jony y compañía.

En cuanto a Cuéllar, el emeritense también se marcha sin que el Leganés, su nuevo equipo, tenga que abonar ninguna cantidad. La única contraprestación a la que se compromete el cuadro madrileño va vinculada al número de encuentros que dispute el emeritense, siempre que los pepineros logren la permanencia en Primera División. El Sporting ve la mayor ventaja en esta operación la de poder ahorrarse una de las fichas más altas de la plantilla para un futbolista que ocupa una demarcación en la que el club se entiende que existen alternativas suficientes. Tanto de presente, con Diego Mariño, como de futuro, con Dani Martín. Las relaciones entre la entidad y el futbolista tampoco pasaban por su mejor momento.

Entre unos y otros, en la plantilla que asuma esta campaña el regreso a la máxima categoría sólo continúan ocho de los futbolistas que lo consiguieron aquel junio de 2015. Se trata de Lora, Sergio, Isma López, Carmona, Castro, Ndi, Pablo Pérez y Rachid, estos últimos regresarán tras estar cedidos la pasada temporada a Alcorcón y Tenerife, respectivamente. Meré también participó en último ascenso del Sporting a Primera, pero el club ya da por perdido al central rojiblanco este verano, que se añadirá a la lista de salidas junto a la de Fernando Amorebieta, próximo a cerrar su marcha al extranjero. El caso de Meré es uno de los más delicados de puertas para afuera de Mareo. Y es que a la afición le resulta complicado entender cómo el club ha dado opción a perder en forma de cesión a su futbolista con más futuro, a través de la cláusula que permite al jugador marcharse a préstamo a un equipo que juega en superior categoría. Sea como fuere, el Sporting pierde a su talento sin tan siquiera la oportunidad de hacer caja.