De la misma forma que el hábito no hace al monje, podríamos decir que la camiseta tampoco hace al futbolista. O dicho de otro modo: lo que de verdad debería preocuparnos a los sportinguistas es el 'contenido' y no el 'continente'. Así, quiénes van a ser los que vistan la camiseta del Sporting esta próxima temporada, habría de ser indiscutiblemente más relevante que la mayor o menor estrechez de las rayas rojiblancas en nuestra primera equipación, o que el hecho de que la segunda sea completamente blanca, algo que como era de prever, ha provocado no poco resquemor en los sportinguistas con filias blaugranas. Son los problemas que trae consigo la bigamia futbolística.

Y sin embargo, año tras año, la presentación oficial de las nuevas camisetas, produce tanta expectación en numerosos sportinguistas, especialmente entre los más jóvenes, como si de un fichaje 'top' se tratara. Y una vez conocidas, es cuando en los posteriores días tiene lugar un encendido debate, donde queda patente aquello de los gustos y los colores. Debate que quizás sirva como cortina de humo, tras la que poder disfrutar el club (Torrecilla principalmente) de una moderada tranquilidad en la búsqueda de esos refuerzos, que el propio Paco Herrera señaló sin tapujos, en su primera comparecencia pública como entrenador del Sporting.

De modo que partiendo de la base de que como vuelvo a insistir, "para gustos hay colores" (o si lo prefieren, "sobre gustos no hay nada escrito"), mi opinión sobre las nuevas camisetas es que por segundo año consecutivo, no es que la firma que proporciona la ropa al Sporting, se haya devanado mucho los sesos. Y ya veremos si en el resto de material de entreno y tiempo libre, el catálogo es mayor que el que se ofreció a los sportinguistas la temporada pasada. Tan escaso como poco atractivo.

Sobre la primera equipación, más allá del tema ya comentado de la estrechez de las rayas (sin llegar por supuesto al que ofrecía famoso 'pijama'), llama la atención que algo que había sido del agrado de gran parte de la afición, como fue la introducción de la bandera de Asturias así como la de nuestra hermosa villa marinera, haya sido sin embargo eliminado, dejando a la Cruz de la Victoria huérfana de su fondo azul, para acompañarla a cambio a su lado, de un diseño de El Molinón con la leyenda "El Molinón, 110 años de historia" (todo en mayúsculas).

A mi juicio y respetando como no puede ser de otro modo, a los que les ha parecido un brillante y acertado guiño al aniversario del más antiguo estadio del territorio español, yo por mi parte no acabo de verlo. Ahora que si hablamos de ver, o mejor dicho de no ver, los que estarán "encantados" serán los nuevos patrocinadores. Esos que fueron anunciados a bombo y platillo como un gran logro, después de años y años viviendo del erario, pero que a la postre su contribución, por cuanto ha trascendido, será inferior a la que otorgaba el Ayuntamiento. Y menos mal que también según fuentes oficiales, han ya abonado gran parte de la cuantía acordada por el patrocinio; porque les decía lo de que estarían "encantados", pues hay que gozar de vista de águila para acertar a leer su logo entre las estrechas rayas rojiblancas. No hay mal que por bien no venga, porque ya les había comentado también en un post anterior en el que salió el tema, que hay colores que combinan igual de "bien" que el whisky con la casera.

Mucho mejor por el contrario, se ve el nombre de nuestro generoso y flamante patrocinador en la segunda equipación. Una camiseta que por cierto, no han tardado en encontrar los avispados seguidores rojiblancos en el catálogo de Nike. 'Nike' pensaran que aquí nos pueden dar gato por liebre tan fácilmente. Y es que los responsables de la firma ni se han molestado en añadirle algunos tintes o pinceladas rojiblancas. Cero absoluto en ese sentido. Busquen si lo desean en Google la segunda equipación de la Roma y comprenderán de lo que les hablo.

Y vale que hemos de aceptar que somos un equipo de Segunda, pero aun así, por simple respeto a una entidad centenaria y aunque sólo sea si quieren, por volumen de ventas, merecíamos algo más que una camiseta de catálogo, a la que eso sí, por 'tunearla' estampándole cuatro logos, se le triplica el precio de venta. Y esto es algo que no debería haberse permitido desde el club. La temporada pasada se puso como excusa la falta de tiempo. Me pregunto si en esta aducirán lo contrario.

Llegados a este punto, uno llega a cuestionarse si no sería más beneficioso el trabajar con otra marca de ropa deportiva, quizás con menos nombre, pero seguro con muchísimo más interés y dedicación al Sporting.

Post Scriptum: dado que es de cajón que en determinados partidos, por coincidencia de colores, es seguro que el delegado arbitral no dé el visto bueno tampoco a la camiseta blanca, ¿está prevista una tercera equipación? ¿Y se dirá como la pasada temporada, primero que sí, pero luego que no, a su comercialización? No descarten ustedes a que en tal caso, se echara mano del stock remanente de las negras de este año.