El Sporting se presentó en Les Caleyes para enfrentarse al Eibar con un once que perfectamente podría presentar en una jornada liguera cualquiera. Sobre todo, de mediocampo para adelante, cuando a Herrera se le empiezan a vislumbrar las intenciones. Un doble pivote serio, con Sergio Álvarez y Álex Bergantiños, un tridente por delante en el que Moi Gómez pone la batuta, Carmona el desborde y Borja Viguera la llegada, y Stefan Scepovic en punta.

La gran novedad del once estuvo en la línea defensiva, donde formaron de inicio los dos zagueros fichados en este mercado estival, Federico Barba y Juan Sebastián Quintero, con Lora y Lillo en los laterales. Al italiano no le quema el balón en los pies, que gusta en sacar jugado, mientras que el sudamericano es todo fortaleza física, tanto en el juego aéreo como en la anticipación.

El partido comenzó con dominio eibarrés, sin cristalizar en acciones claras de gol, más allá de un remate de Charles, quien fuera pretendido por el Sporting en este mercado de fichajes, que se fue alto. A los veinte minutos de juego Carmona arrancó en banda derecha, sesgando hacia el centro como acostumbra, con regate de tacón incluido y filtrando medio gol en forma de pase que se le escapó a Scepovic. Apenas dos minutos más tarde, mismos protagonistas, distinto final.

Carmona botó una falta desde la diestra, entre defensa y portero como mandan los cánones, teledirigida a la cabeza del serbio que, en la frontal del área, la enjauló poniendo el 1-0.

Diez minutos después, Borja Viguera demostró que meter goles es como andar en bicicleta, nunca se olvida aunque en ocasiones pueda llegar a dudarlo hasta él mismo. El delantero aprovechó un pase atrás de la zaga armera para robar el balón y plantarse frente a Asier Riesgo, al que regateó para marcar con la zurda. Grito de rabia, abrazo sintomático de Scepovic y 2-0.

El marcador aún se movería una ocasión más antes del receso. Iván Alejo, ex del Alcorcón, le sacó los colores a Lillo, que se durmió al despejar un balón manso en área propia, lo que propició que el atacante eibarrés pudiera fusilar a Mariño. Alejo fue un dolor de cabeza durante toda la primera parte para el lateral sportinguista, que se fue al descanso con una amarilla tras un choque en un salto con el joven armero.

Paco Herrera introdujo tres cambios en el descanso, a saber Pablo Pérez por Carmona, Rubén García por Viguera y Canella por Lora, variando a Lillo a la banda derecha.

La idea del técnico catalán, de sacar el balón jugado desde el germen del campo, casi le cuesta alguna mala pasada, tanto a sus centrales como a Mariño. Arriba, el desborde de Rubén García ha de ser una de las armas más afiladas del Sporting para conseguir el ascenso.

Así lo demostró en el minuto 58 de encuentro, cuando el exlevantinista rompió por el centro, hasta el semicírculo del árena, donde recibió, orientó y superó con un disparo seco, por bajo, a Asier Riesgo. Y tras el 3-1, nuevos cambios. Nacho Méndez, Pedro Díaz, Whalley y Carlos Castro, estrenando renovación, suplieron a Álex Bergantiños, Moi Gómez, Scepovic y Mariño.

Precisamente el cancerbero evitó bajo palos, con una gran atajada, el gol eibarrés tan solo un minuto antes de que Bebé vacunase la escuadra de la portería sportinguista con un potente disparo desde fuera del área para poner el 3-2.

A punto estuvo Pablo Pérez de marcar el gol de la pretemporada. En una jugada de tiralíneas comandada por los hombres de Mareo, Nacho Méndez, Carlos Castro y Pedro Díaz jugaron al primer toque para poner un balón a la carrera del espigado extremo que, ante la salida de Riesgo, la picó en una efectista vaselina que repelió el larguero.

En el minuto ochenta, el recién llegado Juan Sebastián Quintero tuvo que retirarse del césped, con molestias musculares por el gran esfuerzo, dejando su puesto a Juan Rodríguez. Del mismo modo, Sergio Álvarez dejó su lugar a Cristian Salvador.

Aún tuvo la última el Sporting, a cinco del final, cuando una internada de Lillo por banda derecha, en la que ganó línea de fondo, no pudo ser culminada por Rubén García, a quien le faltaron escasos centímetros para llevar el balón a la red.

Buena imagen del Sporting ante un cansado Eibar en un nuevo test de pretemporada en el que se empiezan a vislumbrar las que serán las líneas maestras del equipo que, a las órdenes de Paco Herrera, luchará por conseguir el ascenso.