Por más que la obra de un artista no se puede analizar en las primeras pinceladas, el nuevo Sporting ya enseñó en su debut liguero algunas de las cuestiones a las que su entrenador da una importancia singular. Se ha visto lo que vendría a ser el planteamiento esquemático de la idea de juego que Paco Herrera tiene en la cabeza. Ahora falta engordar el caldo, desarrollar esos puntos de partida y salpimentar el guiso con los ingredientes que faltan. En defensa del entrenador, conviene matizar que siempre es complicado profundizar en el análisis de lo que sucede sobre el césped del municipal de Santo Domingo y que el partido se disputó en unas condiciones de extremo calor. Lo bueno es que hay margen de mejora, futbolistas por descubrir y tiempo para pulir defectos. Hay, en definitiva, motivos para la esperanza y la ilusión.

Ante todo, seguridad defensiva. Un hombre que ha conseguido dos ascensos y que tiene una dilatada trayectoria en la categoría, sabe bien que el principio de todo pasa por guardar tu portería. La seguridad defensiva es la gran noticia del nuevo Sporting. Al buen rendimiento de la pareja de centrales, hay que sumar la apuesta Herrera por un doble pivote con querencia a la contención. Lo que el equipo pierde en creatividad, lo gana en orden. Barba va camino de ser el fichaje del año para el Sporting y ha encontrado en Quintero un escudero solvente, a la espera de la aportación de Xandao y Álex Pérez. Los laterales son viejos conocidos, que no fueron muy exigidos en Alcorcón y Mariño dio seguridad, que es lo mejor que se puede decir de un portero.

Defensa adelantada. La ventaja de jugar en campos tan pequeños como el del Alcorcón es que se escuchan claramente las indicaciones del entrenador. Una de las cuestiones en las que insistió Herrera fue en adelantar la defensa, tanto con el balón en juego como en las acciones a balón parado. A Herrera le costó que sus defensas le hicieran caso, por la querencia innata a protegerse. Esta defensa adelantada hay que visualizar en el contexto de una presión alta. Otro caballo de batalla del técnico durante todo el partido con la línea de tres media puntas que escoltar al delantero.

El dilema del centro del campo. Es, sin duda, una de las decisiones más importantes que debe tomar Paco Herrera y que determinará el estilo del equipo. Hasta ahora, ha confiado en el doble pivote que forman Sergio y Bergantiños, seguramente una buena elección para campos de batalla como Alcorcón. El avilesino es el responsable de la salida de balón incrustándose entre los centrales. Contrasta con el perfil llegador que le dio Rubi. Moi Gómez, un paso por delante, es más un enganche con los delanteros que un centrocampista. El debate se abre con Álex López y su ubicación. Herrera puede introducirlo como pareja de uno de los pivotes o en un trivote, que sacrificaría a Moi Gómez. La decisión puede verse afectada por la posibilidad de alinear dos delanteros, especialmente en El Molinón.

Extremos bien abiertos. Herrera sometió a Rubén García y Carmona a un intenso marcaje. Le costó especialmente con el balear, que tiene una querencia natural a irse al centro. Herrera quiere desborde por fuera y, de rebote, que se generen espacios por dentro para que sea más fácil filtrar pases interiores.

Gestión de vestuario. El técnico quiere evitar los fuegos innecesarios. Así se entiende mejor la extraña convocatoria para Alcorcón, en la que desplazó a los dieciocho jugadores disponibles del primer equipo (sin los descartados ni lesionados), aunque eso le llevó a convocar cuatro delanteros para jugar sólo con uno y la consecuencia directa fue la ausencia de Nacho Méndez en una convocatoria sin centrocampista reserva. Herrera evitó señalar a un único futbolista del primer equipo.

Plantilla corta. Tanto Torrecilla como el propio Herrera anunciaron una plantilla corta para dejar cabida al talento del filial y van camino de cumplirlo. Con el capítulo de incorporaciones prácticamente cerrado, el Sporting cuenta con 23 fichas del primer equipo (incluida la que se ha tramitado a Quintero) y espera concretar las salidas de Babin, Dani Ndi y Rachid. Quedarían, por tanto, veinte jugadores en el primer equipo, a la espera de alguna posible sorpresa de última hora en el mercado en forma de extremo.

Margen de mejora. El Sporting, como corresponde a estas alturas, es un equipo en construcción. Herrera ni siquiera ha tenido a su disposición a toda la plantilla. La buena noticia es precisamente el amplio margen de mejora que tienen los rojiblancos y la enorme competencia en todas las líneas que obligará a los futbolistas a mantenerse enchufados si no quieren salir del once. Lo urgente es también corregir el preocupante déficit de fútbol.