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Segunda División

"Herrera me dijo que podía volver a rezar al vestuario"

"Me dio pena porque Rubi es muy buen paisano y tengo una buena relación con él; se llegó a decir que era ateo, cuando no lo es"

Fernando Fueyo saluda a Paco Herrera antes de partir con destino a Alcorcón. J. J.

Una decisión de Rubi le convirtió en uno de los grandes protagonistas de la temporada pasada. El técnico catalán aisló al vestuario antes de los partidos, vetó la entrada a los auxiliares y suprimió la tradición en el vestuario rojiblanco del rezo del padrenuestro. Fernando Fueyo fue noticia a nivel nacional. El capellán del Sporting, que defiende a Rubi, volverá a entrar al vestuario este domingo para rezar junto a los futbolistas antes del encuentro ante el Lugo.

- ¿Ganará el Sporting el primer partido en El Molinón?

-Las perspectivas son halagüeñas, optimistas, aunque es cierto que se enfrió la cosa con el gris partido de Alcorcón. Tengo toda la confianza del mundo en que vamos a empezar bien. Vi un poco al Lugo y tienen problemas adelante. Aunque en la primera jornada muchos equipos quedaron a cero.

- ¿Ha hablado ya con Herrera?

-Sí, con él y con Torrecilla.

- Bendijo al autocar en la salida hacia Alcorcón, ¿rezará el padrenuestro en el vestuario antes del partido con el Lugo?

-Sí, las buenas costumbres no hay que perderlas. Herrera enseguida dijo que se volvía a lo de siempre y que podía volver a rezar al vestuario. También recupera el banquillo que siempre utilizóel Sporting. Fueron cambios por manía, sin fundamento. Me dio pena porque Rubi es muy buen paisano y tengo muy buena relación con él. Estas ideas obsesivas que te meten sin darte cuenta de que, cuando llegas a un sitio nuevo, no puedes quitar las costumbres.

- ¿Tiene preparado algo especial para el regreso?

-No, el padrenuestro y ese grito de ¡Ya! que es obligatorio.

- ¿Se acercaron a usted los jugadores en aquel momento?

-Sí, varios vinieron a decirme que lo sentían y algunos lo seguían rezando por su cuenta. Fue una norma que puso el entrenador y que obedecimos todos. No fui sólo yo, afectó a los médicos, los fisios.

- Aunque usted no estaba, también se rezaba fuera de casa, ¿sabe si se hizo en Alcorcón?

-No lo sé. Cuando no estaba yo dirigía el rezo Gerardo Ruiz o Lora. Gerardo seguía rezando el padrenuestro de antes del cambio.

- ¿Le desbordó el debate que se produjo después?

-Eso fue un desmadre total. Pero es que los periodistas sacáis punta a todo. Creo que lo del cura tenía cierto morbo, pero se llegó a decir que Rubi era ateo, cuando no era así. Al final corté, porque me llamaban hasta de América. Creo que nunca se hizo una publicidad tan grande del padrenuestro.

- ¿Traerá suerte esta tradición al equipo?

-Espero que sí. Pero a Dios rogando y con el mazo dando. A Dios hay que ayudarlo, porque Dios no da nada al que está sentado.

- Quedan pocos guajes en la plantilla...

-Me da mucha pena. Me dolió muchísimo que se fuera Nachín Cases, al que conozco desde siempre y les coges cariño, como creo que ellos me lo cogen a mí. Un cariño de abuelo.

- 24.000 socios en Segunda División, ¿es un milagro?

-No, un milagro no, pero es increíble cómo ha respondido la gente. Los socios ya prácticamente llenan el campo.

- ¿Qué le parece que se hayan hecho nueve fichajes?

-Parecía que no iba a haber mucho, pero al final... Hombre no son tantos como el año pasado, pero ahora parece que se han hecho con más peso, con más cabeza, con más mesura, para los puestos concretos que se buscaban y no a la rebatina. Tanto Torrecilla como Herrera me merecen confianza.

- ¿Cómo ve el derbi?

-Vamos a ganar. El domingo creo que el Oviedo mereció más. Pero ya les llevamos un punto.

- ¿Cree en el doble ascenso asturiano?

-Yo miro para lo mío. El doble ascenso creo que sería mucha carambola, porque hay veintidós equipos y algunos son fuertes, aunque empataron los tres descendidos.

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