Intensidad, buena colocación, solidez, buenas coberturas, contundencia, solidaridad de todo el bloque, y una pizca de suerte. Son algunas de las claves que se volvieron a dar en el Nou Estadi, y que volvieron a ser determinantes para que el Sporting dejase su portería a cero. Porque los rojiblancos se están armando muy bien desde atrás para conseguir su objetivo. El Sporting concede pocas ocasiones de gol a su rival. Quizás continúa estando presente el debe del balón parado, ya que como ante el Lugo hace una semana, el rival, en esta ocasión el Nàstic, tuvo sus opciones más claras en este tipo de jugadas. Pero esa pequeña grieta no acaba de abrirse del todo aún. Y el Sporting sigue siendo la envidia de la categoría. Los rojiblancos, junto a Tenerife y Alcorcón, son los únicos que no han recibido ningún gol en liga, aunque tinerfeños y madrileños aún tienen pendientes de disputar sus partidos de la tercera jornada.

Que Mariño no haya tenido que recoger el balón de dentro de su portería ante el Nàstic de Tarragona supone un hecho histórico. Por primera vez, en sus 44 temporadas en Segunda, el Sporting llega al final de la tercera jornada de competición sin haber recibido ni un solo tanto. Y es la decimoséptima vez que acaban los tres primeros partidos de liga sin conocer la derrota.

El dato de no haber encajado ningún tanto no es baladí. Hasta el Sporting de los Guajes, del último ascenso hace tres años, encajó tantos en sus tres primeros encuentros de liga. Ganaron 1-2 al Numancia, 2-1 a la Ponferradina y empataron 1-1 en Albacete. El que más se aproximó a los registros actuales fue el equipo del año anterior, con Sandoval en el banquillo, que solo encajó un tanto. tras imponerse 1-0 al Castilla, empatar 1-1 en Huelva ante el Recreativo, y ganar en casa 3-0 al Mallorca.

La circunstancia común entre los tres equipos es haber empezado el año con siete puntos de nueve, al igual que el Sporting de la temporada pasada, que ganó al Athletic (3-1), empató ante el Alavés (0-0) y se impuso al Leganés (2-1).

El partido de Tarragona de ayer, como ya sucedió hace una semana ante el Lugo en El Molinón durante la segunda mitad, se ganó desde el dominio y control del centro del campo. Otra vez se volvió a ver un Sergio inconmensurable en labores defensivos, y a un Carmona que sigue marcando el ritmo de este Sporting. La nota positiva fue ver una mejor versión de Moi Gómez, con más ritmo y participación, y también más solidaridad en la faceta defensiva.

La apuesta de Paco Herrera en las bandas también se consolida, ya que Rubén García y Santos, ambos a piernas cambiada, siguen creando peligro. Y Scepovic, a modo de nota positiva, se volvió a reencontrar de nuevo con el gol con la camiseta del Sporting. Su último tanto lo consiguió el 7 de junio de 2014, en la última jornada de liga, ante el Tenerife. Fue el último de los 23 que marcó aquel año.

Ahora el reto del Sporting será mantener el buen boceto dibujado ayer en Tarragona a lo largo de otras 39 jornadas.