Hace ya tiempo que el Sporting baila al ritmo que marca Carmona. Y cuando el balear está bien, los rojiblancos también. Ahora mismo es el encargado de crear el juego ofensivo, de desatascar al equipo, crear las jugadas a balón parado, y también de marcar. Porque Carmona sumó ayer su segundo gol de la temporada. Y lo hizo en una jugada en la que prácticamente lo hizo todo. Porque de sus botas nació el disparo en una falta que despejó Juan Carlos, y tras continuar la segunda jugada que se generó, corrió rápido al punto de penalti para rematar de cabeza el centro de Rubén García y poner el tanto del Sporting en el derbi.

Pero el momento de forma de Carmona se traslada a la temporada anterior. La de su confirmación en el Sporting, cuando anotó ocho tantos y fue el segundo máximo goleador del equipo.

Carmona además ha adoptado un nuevo rol. El futbolista balear, en su sexta temporada en el equipo, ha dejado de jugar pegado a la banda derecha a hacerlo por el centro en la mediapunta. Aunque ayer en el tramo final volvió a su origen. Con Sergio de escudero, Moi Gómez y Carmona tienen más libertad en la creación, aunque el balear también se mostró muy activo y solidario en labores defensivas.

"Marcar en un derbi es una pasada y ver a todo el mundo celebrar mi gol de manera tan efusiva", reconoce Carmona. "De cara a la portería contraria me están saliendo bien las cosas", añade el centrocampista.

El Sporting continúa invicto, Suma ocho puntos de doce posibles, y lleva siete goles en cuatro partidos. "El empate es un poco agridulce porque teníamos el partido controlado y el gol del Oviedo llegó en los últimos cinco minutos. Pero la sensación es positiva, llevamos un buen inicio y solo nos han marcado un gol en cuatro partidos", comenta.

Lo que volvió también a demostrarse una vez más, en especial la primera media hora de juego, fue la buena combinación de la sociedad que forman Santos, Rubén García y Carmona. Aunque ayer se fue diluyendo poco a poco. Y su ausencia la acusó la segunda mitad el Sporting, que no sentenció y acabó cediendo un empate. Pero el ritmo de Carmona sigue sonando en la pista de baile rojiblanca.