Aunque no están descartados de manera oficial, parece muy complicado que el portero Diego Mariño y el central Álex Pérez, que ayer, a 48 horas del choque de Soria, no se entrenaron con sus compañeros, puedan ser de la partida. Se abre así la puerta del Sporting y el debate ya está sobre la mesa. En el caso del central, no parece haber duda de que la única alternativa es la entrada de Quintero, puesto que Xandao necesita seguir con su puesta a punto y la idea es que juegue la Copa el martes. Para la portería hay dos opciones sobre la mesa de Paco Herrera y el técnico deberá madurarlas con cuidado.

La solución natural pasa por correr el escalafón y alinear a Óscar Whalley, segundo portero del primer equipo. No parece que en el club haya demasiada confianza en el aragonés que ya en Reus, en la Copa, sembró algunas dudas a pesar de lograr mantener la portería a cero y de rechazar incluso un penalti al exrojiblanco Álex Menéndez.

Al sportinguismo le pide el cuerpo que se le de la alternativa al guaje del filial Dani Martín, al que todos los técnicos de la casa señalan como el portero del futuro en el Sporting. El joven guardameta fue decisivo en el ascenso del filial de la temporada pasada y concentra todas las esperanzas de tener un gran portero de la casa por primera vez en mucho tiempo.

No es una situación fácil de gestionar. Todos los indicios apuntan a que el elegido será Whalley, siempre que Mariño, lesionado tras el doble encontronazo con Verdés, no esté en condiciones de jugar.

Hasta el momento, Paco Herrera ha mostrado una sensibilidad importante para la gestión del vestuario. Pasar al guaje por delante del segundo portero, sería un golpe durísimo para el aragonés, que cumple su segunda temporada esperando una oportunidad.

La corriente de opinión más extendida en Mareo apunta a que, al ser una lesión leve y para sólo un partido, jugaría Whalley. Otra cosa sería con una lesión larga de Mariño. Dani Martín podría ser premiado con la Copa.