La alegría de la previa del encuentro se convirtió en decepción en apenas media hora. El tiempo que tardó el Numancia en meterle dos goles a los rojiblancos y convertir la Mareona en una bajamar. La afición no desmayó en todo el encuentro e incluso despidió a sus futbolistas con un aplauso al término del choque, cuando los de Herrera se acercaron al córner visitante. Bien es cierto que durante el encuentro se escucharon cánticos en los que se pedía más esfuerzo a los futbolistas.

Finalmente se superó ampliamente el medio millar de sportinguistas, ya que fueron numerosas las familias y grupos de amigos que hicieron el viaje en vehículo particular ante la facilidad para conseguir entradas.

De los viajes organizados, uno de los más numerosos fue el de la Federación de Peñas, con su presidente, Jorge Guerrero, a la cabeza. También fue nutrida la representación de la peña Sentimiento rojiblanco.