Como si los pitos con los que El Molinón despidió al líder el pasado sábado aún retumbasen en el vestuario, Paco Herrera ha multiplicado esta semana la intensidad. El técnico aprieta a sus futbolistas para mejorar las sensaciones y volver a ser el equipo solvente que ilusionó al inicio de temporada. La buena noticia del día es el optimismo creciente sobre la recuperación de Rubén García, quien ayer ya realizó buena parte del entrenamiento junto a sus compañeros y pudo vérsele tocando balón y hasta participando en un partidillo. Con el alicantino previsiblemente disponible, Herrera puede vestir de gala al líder de la Segunda División.

El técnico tiene dos bajas con vistas al Reyno de Navarra, donde no podrá contar con el sancionado Carlos Castro, ni con el lesionado Alberto Lora. El capitán sigue trabajando con el recuperador aquejado de una elongación de los isquiotibiales y no se le vio por el césped. Así las cosas, se espera que Paco Herrera forme su alineación de cabecera y la principal interrogante pasa por ver si se mantiene en el equipo a Álex López (lo que llevaría a jugar con un 4-2-3-1) o si Moi Gómez recupera la titularidad tras su paternidad (con lo que el equipo volvería al sistema que mejor le ha funcionado, un 4-1-4-1).

Las dudas que rodean al Sporting a pesar del liderato escuecen a su técnico, que quiere reconciliarse con la afición, que de nuevo, estará presente de forma significativa en un desplazamiento clásico como es el de Pamplona. A pesar de que las visitas a El Sadar no arrojan un balance demasiado positivo para los rojiblancos, habrá setecientos sportinguistas arropando al equipo en su defensa del liderato.

Osasuna está señalado en todos los pronósticos como un rival directo del Sporting en la pelea por el ascenso. A pesar de que los inicios de los rojillos fueron dubitativos, parecen haber encauzando el rumbo y suman siete de los últimos nueve puntos. La semana ha sido atípica para Osasuna y el entrenador rojillo, Diego Martínez, apenas ha podido hacer algún entrenamiento con toda su plantilla disponible. Sin embargo, en la sesión de ayer, recuperó efectivos, aunque tuvo que lamentar una ausencia inesperada: la del exoviedista Lucas Torró, con un proceso febril. Por este mismo motivo, no se había entrenado el miércoles ni Quique ni Sebas Coris, que sí lo hicieron ayer. También Aridane, que llevaba dos días sin ejercitarse por un golpe en su pierna derecha, se entrenó con normalidad. La última pieza que se suma a la pelea es la de Mateo García, quien regresó a Pamplona en la tarde de ayer, después de haber viajado a Argentina para resolver unos asuntos personales.

Paco Herrera insistió ayer en la defensa de los centros laterales. El técnico conoce a la perfección el campo de Osasuna y la forma en la que condiciona el juego. Para el preparador del Sporting es crucial que el equipo recupere la seguridad defensiva. A pesar de que Diego Mariño mantuvo de nuevo la puerta a cero ante el Lorca, lo cierto es que la sensación de agobio a la que sometieron los murcianos al portero dejó mal sabor de boca en los aficionados.

La racha de Osasuna se inició con una victoria en Vallecas, a la que se dio continuidad con un triunfo en casa ante el Almería. El último resultado de los rojillos fue el empate ante el Reus. Osasuna realizará sus dos últimas sesiones de la semana a puerta cerrada, aunque ayer Diego Martínez ensayó con un once marcado por las ausencias: Sergio Herrera; Lillo, Unai García, Aridane, Clerc; Arzura y Fran Mérida; Sebas Coris, De las Cuevas, Kike Barga y Xisco.