Un Sporting lanzado se mira a los ojos con su pasado imperfecto. La vuelta de Rubi a El Molinón (donde podrá usar como visitante el banquillo que tanto anhelaba como local) ha levantado poca expectación en una semana frenética y llena de éxito para los rojiblancos, que al fin han alcanzado la velocidad de crucero y buscan el pleno de nueve puntos en siete días para consolidarse en la zona noble de la clasificación. Rubi regresa a un Molinón (21 horas, Gol) bendecido de nuevo por los rezos del padre Fueyo y lo hace como una seria amenaza a la estabilidad en la que navega la nave rojiblanca. El Huesca está completando un estimable inicio de Liga que le permite asomarse a los puestos de la fase de ascenso y está recibiendo numerosos elogios.

El Sporting coge altura con un trazado firme que evita las turbulencias. Paco Herrera ha reconducido a su equipo hacia la seguridad defensiva, con un doble pivote formado por Sergio y Álex Bergantiños, que ha funcionado ante dos recién ascendidos. Queda la duda, siempre la duda, de ver cómo responderá esta propuesta ante rivales de más fuste y de si será suficiente ante equipos con el colmillo más retorcido y argumentos más sólidos.

Herrera tiene poco margen a la hora de confeccionar la alineación. Los daños colaterales de la victoria en León le dejan sin Lora y Canella. Álex López, aquejado de una lumbalgia, tampoco estará en la citación, y parece complicado que Michael Santos pueda jugar de inicio, aunque sí estará en el banquillo. Con estos mimbres, el cesto será muy parecido al de la segunda parte ante la Cultural Leonesa. Moi Gómez, el hombre que decidió el partido del Reino de León, podría salir de inicio por delante de Isma López en la banda izquierda. Rubi, por su parte, podría refrescar el equipo con algunos cambios, después de conceder un inesperado empate en casa contra el Reus. Alexander González y Akapo podrían entrar en los laterales.