Los dos detalles por los que se recuerda a Rubi en Gijón son por haber sacado al padre Fueyo del vestuario y por haber cambiado el que tradicionalmente ha sido el banquillo local del Sporting. En lo deportivo, no alcanzó la gloria de evitar el descenso. En su regreso a Gijón, Rubi podrá usar como visitante el banquillo que pedía como local. ""Es un club en el que aprender mucho", asegura el técnico catalán, que pasó cuatro meses en el Sporting. Rubi tiene la ventaja de que conoce "a muchos de sus futbolistas". También está avisado sobre el empuje de El Molinón: "Es un estadio donde la afición aprieta mucho, si dejas que te ponga nervioso te va metiendo atrás, te agobia". El técnico elogia a la gente de Gijón "que es espectacular".